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Más de 50 pilotos procedentes de distintas regiones del país, desafiaron al desierto coahuilense al correr la cuarta etapa del Campeonato Nacional de Off Road de Ruta, por un trayecto que incluía los municipios de Matamoros y Viesca.
Larga jornada
"El árido territorio que cubre la mayoría del estado de Coahuila para muchos es un reto, pero encantador, pues ofrece impresionantes paisajes y emocionantes obstáculos", fue el comentario generalizado de los competidores en este evento. Se trazó un trayecto de 54 kilómetros que pasó por los municipios de Matamoros y Viesca, con META en el ejido Emiliano Zapata.
Por lo complejo del trazado, se registraron bastantes incidentes durante la carrera: autos descompuestos, otros atrapados en los bancos de arena fina, a los que llaman "talqueras" y hasta choques, pero sin consecuencias serias, aunque varios tuvieron que abandonar. Las carreras se prolongaron durante casi todo el día, debido a la cantidad de categorías, ya que se incluyeron los distintos tipos de vehículos todo terreno, hasta los vochos adaptados para esta vertiente del automovilismo.
Por la noche se efectuó la ceremonia de premiación, donde los pilotos y sus familias, procedentes de Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Guanajuato, Zacatecas y obviamente, Coahuila y Durango, agradecieron la hospitalidad matamorense.