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El gerente general del Banco de Pagos Internacionales, Agustín Carstens, aseguró que la guerra que mantiene Rusia con Ucrania podría agudizar las presiones inflacionarias derivadas de las disrupciones en las cadenas de suministro por el impacto del COVID-19.
“Las fuerzas detrás de la alta inflación podrían persistir durante algún tiempo”, declaró el exgobernador del Banco de México y aseveró que se podría estar en la cúspide de una “nueva era inflacionaria”.
Además, Carstens indicó que las presiones afectarán el mercado laboral de distintas economías debido a que los trabajadores buscan compensar las reducciones en el ingreso real inducidas por la inflación.
La agencia de calificación de riesgo Moody's afirmó este martes que la guerra en Ucrania incrementará de forma exacerbada la inflación y limitará el crecimiento en Latinoamérica, pese a que los efectos directos del conflicto en la región serán menores que en otras partes del mundo.
En su informe, Moody's subrayó la escasa relación económica y financiera de Latinoamérica con Rusia y Ucrania, pero advirtió que la dinámica inflacionaria derivada del conflicto militar pesará en el crecimiento económico de la regió
