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A la ciudadania

Humedales: recordar su importancia y protegerlos

GERARDO JIMÉNEZ GONZÁLEZ

Para quienes vivimos en el desierto tener un humedal en nuestro entorno es un privilegio, lamentablemente no hemos valorado estos sitios y en gran parte es por desconocimiento de su importancia. Pero ¿Qué son los humedales? Se les conoce como las "extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros" (Convención Ramsar)

En otras palabras, son sitios o zonas húmedas ubicadas en territorio continental, costero o marino que se inundan temporal o permanentemente, donde la vida depende del agua existente, son ecosistemas o hábitat importantes por los procesos hidrológicos y ecológicos que ahí ocurren. Para la población humana son relevantes por los servicios ecosistémicas que nos brindan: son sumideros de carbono, funcionan como filtros naturales que mejoran la calidad del agua que fluye a través de ellos, regulan el clima, constituyen un hábitat importante para la vida silvestre por la diversidad biológica que albergan, son áreas de esparcimiento por los valores escénicos que tienen, entre otros.

Los humedales en los desiertos son pequeños oasis que destacan por la vegetación asociada a las condiciones acuáticas en medio de los extensos matorrales y otro tipo de plantas como las cactáceas. En la Comarca Lagunera, la región económica donde vivimos incrustada en esa gran extensión árida del norte de México, el desierto chihuahuense, destacan dos humedales naturales importantes: el Cañón de Fernández en el río Nazas y el Cañón de El Realito, en el río Aguanaval. Además, existe un humedal artificial también importante, la presa Francisco Zarco.

Cualquier persona que visita estos escasos parajes, observa los contrastes con el resto del paisaje que caracteriza a nuestra región, los cuales se convertirán en lugares para el esparcimiento y observación de la naturaleza. Actualmente, los dos humedales naturales son sitios ubicados dentro de polígonos que han sido decretados por los gobiernos locales como áreas naturales protegidas, determinación importante porque existen personas que por ignorancia o mala fe (por decirle de alguna manera) las destruyen como se ha observado en el Cañón de Fernández al introducir sus vehículos raiser, que hasta se amparan para que le den permiso de dañar la naturaleza, los concesionarios de la franja federal que se organizan para proteger las fincas urbanas que construyen eliminando la vegetación natural en la ribera, o los visitantes que dejan sus desechos como muestra de su falta de cultura ambiental.

Pero también ha faltado una verdadera atención del gobierno para proteger y conservar estos lugares, como se observa en la desatención y los pírricos fondos que asignan para tal fin, denotando con ello también el nivel de cultura ambiental que les hace ver omisos en el cumplimiento de la legislación que regula su cuidado.

Hoy, dos de febrero, se celebra el Día Internacional de los Humedales, determinación que se tomó por los gobiernos de los países que firmaron la Convención Ramsar, en la ciudad iraní del mismo nombre, y si bien ya son 177 países que se han adherido a este acuerdo internacional para proteger y conservar los humedales, se estima que más de tres cuartos de la superficie que abarcan en el planeta ha sido destruida, son ecosistema seriamente amenazados por el hombre y la prueba más evidente la tenemos en el Cañón de Fernández, el cual para mejorar esa protección en 2008 fue declarado Sitio Ramsar, denominación que se le da a los humedales de importancia internacional, que poco a servido si los ciudadanos y los gobernantes no lo cuidamos.

Por ello cada vez que tenemos una efeméride ambiental más que celebrar aumenta nuestra preocupación por la multiplicación de esas amenazas que a su vez incrementan los riegos de afectación y pérdida de lugares como los humedales. Anotamos estas líneas para recordarnos que son y porque es necesario e importante cuidar los pocos y singulares humedales que tenemos los laguneros, los cuales ojalá nos preocupemos por protegerlos y conservarlos. Hay que sumarse a este esfuerzo.

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