En un día común y corriente al revisar diarios, redes sociales o cualquier medio de comunicación, se pueden encontrar diversos acontecimientos que conllevan dinámicas de violencia; basta un registro mínimo de notas para inquietarse ante la proliferación de actos de violencia sexual, de género, abuso infantil, geriátrico, homicidios, enfrentamientos armados, tortura, represión política, desaparición forzada, etc.
¿La humanidad es violenta intrínsecamente? Reflexionar este tema conlleva evadir los esencialismos. Las violencias tienen un carácter histórico social que obliga a situarlas en su contexto, sin perder de vista los elementos que dan lugar a su existencia.
¿Cuál es ese contexto? Vivimos en una sociedad organizada a partir de un pensar-hacer-sentir colonial, patriarcal y capitalista, que se sostiene a través del paradigma del progreso de la humanidad, a costa del sufrimiento, dolor y muerte de gran parte de las personas y de otros seres vivos que habitan la tierra. Las grandes desigualdades sociales y el marcado antropocentrismo permiten el desarrollo de las violencias, dilucidando que no son excepciones, sino que son parte de una dinámica social imperante.
¿Se puede construir un mundo diferente? Es una posibilidad, pero no hay certezas. Después de los campos de concentración nazis, las guerras entre países y conflictos internos, los miles de asesinados y desaparecidos, y las experiencias frustradas que prometían un mundo con justicia, no hay certidumbre.
¿Qué hacer? Una alternativa es la construcción de relaciones sociales radicalmente diferentes, inimaginables, que cuestionen lo inamovible. ¿Cómo? No existen recetas, formas únicas, ni pureza en los esfuerzos; lo que sí hay son diversas experiencias comunitarias que muestran múltiples claves para avanzar en la generación de un mundo diverso con justicia y dignidad.
Tomando como base estas ideas y asumiendo de forma responsable la contradicción como elemento importante en el pensar-hacer un mundo diferente, la Ibero Torreón responde universitariamente a estas problemáticas mediante la creación del Observatorio de Violencias Sociales y Experiencias Comunitarias.
Este proyecto busca apoyar en la comprensión y construcción de un mundo con justicia y dignidad, ensayando una metodología basada en tres elementos interdependientes: el acompañamiento, la investigación y la incidencia social. Con ello, se aspira construir conocimiento y transformar la realidad mediante reflexiones y propuestas situadas, que impulsen el desarrollo de experiencias comunitarias, como semillas donde crece la esperanza.
Inicialmente, el Observatorio trabajará sobre cuatro ejes: desaparición forzada, problemas migratorios y violación de derechos humanos, violencias de género y delincuencia en espacios urbanos, en los cuales las experiencias comunitarias son transversales. Los avances y logros del Observatorio se reportarán oportunamente mediante los medios oficiales de la Ibero Torreón.
Walter.Salazar@IBEROTORREON.EDU.MX
