"Para responder a este mundo que se va quedando pequeño rápidamente, nosotros hemos puesto la mira en educar para una ciudadanía responsable en la ciudad del mundo".
-P. Kolvenbach-
El pasado 9 de diciembre terminaron sus estudios más de 100 estudiantes de las diversas licenciaturas. Nos llena de júbilo el ver culminar un proceso formativo de varios años.
Desde hace algunos años nos hemos ido familiarizando con frases como "el egresado Ibero se nota". Gran responsabilidad existe el hacer esta distinción sea cierta, no solo porque en la Ibero existe una alta calidad académica sino también, el ser Ibero todavía va más allá. La Ibero como universidad confiada a la Compañía de Jesús asumió en su visión "ser una institución reconocida por su excelencia y contribución a la transformación de la sociedad…" Por ello, se notará si sus egresados asumen una ciudadanía comprometida con la justicia que implique ayudar a caer en la cuenta que un título universitario, además de un enriquecimiento profesional, conlleva asumir una responsabilidad social en el desempeño profesional y vital de la persona.
Se notará cuando en alguna decisión importante en su vida piensen antes lo que ella puede afectar a los que ocupan el último lugar en la sociedad. Recalco, el verdadero éxito de un graduado de Ibero no se mide por la posición, el poder o la riqueza, sino por el grado de solidaridad con la humanidad que sufre y por su compromiso con la causa de los pobres.
San Alberto Hurtado, santo jesuita, expresaba que la primera misión de la universidad es inquietar al mundo, el ser Ibero se notará cuando los egresados hagan sentir esa inquietud, ese inconformismo frente al mundo prisionero.
Ante los ingentes y urgentes retos que enfrenta hoy la humanidad, donde el olvido aparece como mecanismo de adaptación, en donde parece ser que existe una oporofobia o rechazo al pobre y que la respuesta es crear muros, el ser Ibero se notará si son medios para tender puentes hacia la reconciliación y a la hospitalidad.
En síntesis, ser Ibero se notará si hacen lío como dice el Papa Francisco, en consonancia como lo expresó el P. David Fernández, ex rector de Ibero Cd. de México: "La invitación a hacer lío que nos hace el Papa Francisco no es una invitación únicamente provocativa para desinstalarnos y salir de nuestra zona de seguridad. Es también una invitación llena de esperanza. Nos vemos y comprendemos a la universidad desde la certeza de que un nuevo México y un mundo nuevo son posibles. Que la esperanza sea nuestro motor y sostén para el trabajo. Sé que en estos momentos hablar de esperanza puede sonar hueco y sin sentido. Pero es el primer paso para poder realmente "hacer lío" al estilo de Jesús. Lío con una visión de futuro. Sabemos y estamos seguros, por el espíritu de Jesús, de que el bien vencerá al mal, la paz a la violencia, la justicia a la injusticia, la inclusión a la marginación, la verdad sobre la mentira".
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