Los Médicos de la Risa dedican cada domingo a 'inyectar' endorfinas con sus ocurrencias a los pacientes.
Roberto, Malule, Michael y Claudia son médicos con especialidad, en general, de químicos en el cuerpo como endorfinas, serotonina, dopamina y adrenalina, que se liberan a través de la risa, necesaria para mejorar la salud de sus pacientes.
Se trata de los llamados "Médicos de la Risa de La Laguna", los cuales portan su bata blanca acompañada de su nariz roja, pintura en su rostro y algunos otros aditamentos como gorros y demás utensilios que les pudiera servir para alcanzar su cometido: hacer reír a chicos y grandes que se encuentran en las instituciones de salud, en espera de una mejoría.
Aunque la pandemia por el COVID-19 los hizo suspender las visitas, se adecuaron gracias a la tecnología pues a través de tabletas o celulares mantuvieron su misión de hacer reír a los pacientes de todas las edades.
Su historia inició hace casi 16 años, en La Laguna. Comenzaron su labor con visitas al Centro de Rehabilitación Social (Cereso) de Torreón para los hijos de quienes se encontraban purgando una pena.
"La idea fue de cinco personitas aproximadamente que tomaron un taller de clown y entre ellos venía una persona a impartir un taller que ya hacía la voz de un payaso de hospital, entonces les empieza a platicar su labor, y dice vamos hacerlo, porque no había", dijo Claudia Hernández, "doctora Pechocha".
Tras recibir esa preparación, ese grupo de jóvenes decide realizar esas visitas, aunque con el tiempo reconocieron la necesidad de contar con mayores herramientas.
Razón por la que motivados por continuar con esa labor, buscaron personas que tuvieran mucho más tiempo en esta nueva profesión que iniciaba para ellos.
Malule Balcazar quien es la "doctora Vaquerita", explicó que los jóvenes lo que buscaban era quien tuviera mayor experiencia en lo que era el clown de hospital pues aclaró que es una profesión completamente diferente a lo que es en sí el payaso de circo.
La gran diferencia es que el clown de hospital es completamente blanco, ingenuo, que se mofa de sus errores, mientras que los payasos de circo o de fiesta, se mofa de los invitados.
"Aquí la estrella principal es la persona que vamos a visitar, que en este caso son personas que están en estado vulnerable siempre", explicó la doctora Pechocha.
En sus visitas no hay un show montado con antelación, sino que todo es improvisado, "llegamos y vemos por ejemplo que le tienen pavor a las inyecciones o que te están nebulizando, y decimos, esto no es medicina son poderes máximos, que darán fuerza… entonces el niño empieza a tomar más rápido la medicina"
"Esa es la intención, que pasen de un estado vulnerable a un estado alegre, aunque sea tres o cinco minutos", dijo la doctora Vaquerita, quien explicó que con esta técnica, se liberan químico en el cuerpo como las endorfinas que harán que el cuerpo se recupere más rápido por medio de la risa.
Aunque detalló que previamente conocen el historial del paciente para tener las precauciones necesarias ante su padecimiento.
MÉDICO DE LA RISA, NO CUALQUIERA
Pero ser un "médico de la risa" no es solo decir, ponte una nariz roja, tu bata y vámonos al hospital. Ya que para hacer frente a escenarios duros en ocasiones, hay que ser fuertes, hay que continuar con la misión de "inyectar" esa energía que requieren los pacientes para seguir con su lucha contra su padecimiento.
"Para eso recibimos una formación, las personas que formaron este grupo veían que necesitaban más herramientas para hacer este voluntariado, no solo es ponte la nariz y vámonos, necesitas una preparación, una capacitación … un médico de la risa no ve la enfermedad ve un ser humano aunque lea que tiene x enfermedad ve un ser humano, como un niño con ganas de jugar".
Para lograr su cometido y sobre todo que no los afecte, parte de su preparación consiste en: Manejo de emociones, tanatología, técnicas clown, improvisación, malabares, seguridad e higiene y liderazgo.
Razón por la que más que llenarlos de energía, ellos también cargan sus pilas solo con recibir un "gracias" o "me hiciste el día" de parte de los pacientes o sus familiares.
Esta tarea también les ha cambiado la vida y el cómo hacerle frente a las adversidades. "Sí te cambia la manera de ver la vida, como a veces hacer frente a las adversidades de la vida, de tomarlas con la mejor cara, claro que hay situaciones que se te salen de control, pero al menos ves más allá del problema. Porque veces nos enfocamos solo en ellos", dijo la doctora Pechocha.
DE LA DINÁMICA
Actualmente, el grupo de profesionales de la risa, está conformado por 25 voluntarios, quienes dedican su domingo a visitar instituciones de salud.
Tras la pandemia, el IMSS 71 en Torreón aun mantiene suspendidas sus visitas, aunque anteriormente solo les permitían pasar al área de pediatría.
Actualmente sus visitas están asignadas al Hospital General de Gómez Palacio y de Torreón.
Su "oficina" se improvisa cada domingo en el área de El Siglo de Torreón del Bosque Venustiano Carranza, para la reunión que se realiza a las 10:00 horas, para conocer el personal que trabajará en esa ocasión y decidir a dónde acudirá cada quien.
Su llegada a las instituciones de salud no es nada más llegar y comenzar a pasar a las áreas, sino que se entrega un oficio con los nombres de cada uno de los "médicos" y sus coordinadores.
Y aunque los contagios COVID-19 bajaron de forma considerable, ellos no han dejado de portar su cubrebocas, los cuales también se adornan para no perderé "su toque".
Para esta Navidad, preparan su tradicional visita. Por única ocasión, se despojarán de sus batas blancas para portar sus pijamas. Además, llevarán una pequeña piñata y su "velita de los deseos".
"Colgamos la piñata de picos en el porta suero y nos llevamos un palito, todos los niños y también el personal, le pegan… y la velita de los es 'cierra los ojos y pide tu deseo para esta Navidad'", es así como ellos podrían cerrar el año para iniciar con uno lleno de energía para continuar con su misión.
