Los grupos humanitarios que atienden a casi mil migrantes rescatados en tres barcos en el Mediterráneo están haciendo sonar la alarma sobre el deterioro de las condiciones, pero el nuevo gobierno de extrema derecha de Italia no ha respondido a las solicitudes de puertos seguros y endureció su posición contra los botes de rescate.
El nuevo ministro del Interior, Matteo Piantedosi, sentó las bases para prohibir la entrada de barcos humanitarios a los puertos italianos y apeló a los países cuyas banderas enarbolan los barcos de rescate para aliviar la carga de Italia aceptando a los pasajeros rescatados.
Estas acciones recuerdan a las del líder del partido Liga, Matteo Salvini, ahora viceprimer ministro, quien impidió que los barcos humanitarios accedieran a los puertos de Italia cuando fue ministro del Interior en 2018-2019.