Pasamos un fin de semana amargo para el periodismo en México. Lourdes Maldonado fue asesinada en Tijuana; muchos meses atrás había denunciado públicamente el riesgo que corría. Ahora su temor se convirtió en tragedia. Una más. En La Laguna, por una de esas inverosímiles y absurdas coincidencias, fallecieron, con solo algunas horas de diferencia, Raymundo Tuda, muchos años en producción y comentarista en medios, y Juan Ceballos Azpe, de larga trayectoria en la radio.
En el Grupo Radio Estéreo Mayrán, donde por décadas Juan colaboró, al punto de que resulte difícil no asociar varios de sus programas con la participación de quien taladró en nuestra memoria su famosa cortinilla "521, ¡ánimo!", anotaron una cualidad significativa en la esquela radial dedicada a su excompañero en el sentido de que siempre estuvo atento a escuchar la voz de las personas más vulnerables.
En efecto, aunque en el estrato de la política regional estuvo identificado principalmente por su conducción en el programa matutino Contextos, en segmentos más amplios de la población fue más conocido por atender, al medio día, decenas de necesidades de la población en el programa Actualidades GREM. Allí es donde adquiere gran sentido la labor de comunicador social de Juan. Contextos se ha caracterizado por propiciar el diálogo con protagonistas de la vida pública regional y nacional, así como la reflexión y el análisis de temas de interés general. Por eso su audiencia habitual es lo que en términos generales se conoce como el círculo rojo. En contraste, Actualidades ha sido un espacio donde el protagonista es la persona de a pie. Allí, como señala la esquela, la voz a escuchar era de la persona más vulnerable en tanto habitante de la Comarca Lagunera.
Desde esa perspectiva, en el programa matutino Juan hacía periodismo en relación con la vida política que podríamos denominar profesional, es decir, aquella que cobra forma por la acción de quienes han hecho de ella oficio y beneficio. En cambio, en el programa del medio día, se abrió un espacio para la otra política, esa que generalmente se padece en la calle y en la colonia. La política, en tanto espacio y práctica pública de interés general, tiene diversos territorios y varias lógicas también. Una de ellas es la de la actividad como campo profesional y otra como territorio donde las personas transcurren en su día a día. Esa es la otra política que la comunicación social nos hace visibles y motivo de interés común; en ella Juan fue referente desde la radio.
Quienes de la forma que sea participamos en o comentamos "temas de política" lo hacemos principalmente a propósito de cuestiones generales, por ejemplo: las elecciones, las reformas, los tratados, las iniciativas de ley, los gobernantes en sí mismos, la impunidad, los presupuestos, las obras, las promesas, la transparencia y un largo etcétera de tópicos de la vida pública. Todo ello es necesario y muy relevante, desde luego. Lo que programas como Actualidades ofrecen es, entre otras ventajas, una ventana al mundo real del día a día de la gente que sufre por falta de acceso a un servicio básico, o aquella que no alude a la inseguridad sino al robo que sufrió a la salida de un cajero por falta de vigilancia o una calle mal iluminada. Es la ciudadana (porque así es) que llama para pedir intervención porque ya no sabe cómo sortear la incapacidad en tal o cual oficina que le impide encontrar solución a su problema específico, aunque no lo alude como burocracia o austeridad gubernamental.
Como casi todo en el ámbito de la convivencia nuevas formas de hacer oír la voz aparecen como lo evidencian ahora las redes sociales que en su ángulo positivo facilitan la comunicación directa entre la ciudadanía de a pie y los gobiernos. Más que juzgar una actividad por su inamovilidad y permanente necesidad, habría que hacerlo por los impactos generados en su momento, cuando no había otras maneras de realizarlo. Me uno a la pena que atraviesan quienes profesionalmente compartieron tanto con Juan, en especial Marcela Pámanes y, desde luego, a la de su familia, entre ellos el bien recordado profe Azpe. Y, como se estila en los deportes, para la región habría que retirar la casaca con el "521, ¡Ánimo!".
@EdgarSalinasU