(AGENCIAS)
A través de un comunicado publicado este jueves en su página web, la Academia Sueca (Svenska Akademien), organizadora del Premio Nobel, condenó en los términos más enérgicos la invasión ilegal a Ucrania por parte del régimen ruso.
La Academia Sueca rompió así con su tradición de no tomar postura en temas políticos.
“Aunque es una práctica de largo tiempo de la Academia Sueca no hacer declaraciones políticas, la historia y la misión de la Academia están arraigadas en las tradiciones de libertad de expresión, libertad de creencias y libertad de investigación”, se narra en el comunicado.
La Academia manifestó que las acciones recientes del régimen ruso traspasan la política y resultan amenaza para el orden mundial basado en la paz, la libertad y la democracia.
“Por lo tanto, nos unimos a la legión de nuestros compañeros académicos, instituciones literarias y culturales, plazas de educación superior, defensores de la prensa libre, organizaciones de derechos humanos y estados nacionales para expresar nuestro aborrecimiento al ataque injustificado del gobierno ruso de Ucrania y su pueblo”.
Hasta el cierre de esta edición, el gobierno ruso no se ha pronunciado respecto la publicación de la Academia Sueca.
Cabe recordar que la antigua Unión Soviética, antecesora de los dos países en conflicto, logró obtener dos Premio Nobel de la Paz: Andrei Dmitrievich Sakharov (1975) y Mijaíl Sergéyevich Gorbachov (1990).
Preocupa patrimonio
Mientras tanto, la UNESCO expresó que teme por los daños al patrimonio cultural de Ucrania que puedan aparecer debido a la guerra. Se anunció que la UNESCO trabajará con el fin de aplicar una revisión a las instituciones culturales y educativas de Ucrania.
Esto se anunció en un comunicado, luego de concluir la Asamblea General de las Naciones Unidas con la resolución titulada ‘Agresión contra Ucrania’.
El país ucraniano cuenta con siete sitos catalogados como patrimonio mundial y preocupación de la UNESCO (que actualmente es dirigida por Audrey Azoulay), tienen énfasis en sitios localizados en Kiev o Leópolis, así como las ciudades Odessa y Jarkóv. Las preocupaciones también recaen en el Archivo de la Nación y monumentos que conmemoran al Holocausto.