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La Columna de Rosell

RAFAEL ROSELL

Las Grandes Ligas llegan a la pausa del juego de las Estrellas que se jugará el próximo martes en Los Ángeles en punto de las siete de la tarde tiempo del centro de Lerdo como dice mi amigo Arturo Zavaleta.

Todo parece indicar que el zurdo Clayton Kershaw del equipo anfitrión abrirá por la Nacional que tiene una racha de ocho derrotas seguidas en el clásico de mitad de temporada. Es más, desde 1990 a la fecha se han jugado 30 ediciones del All Star Game y el récord favorece abrumadoramente al joven circuito con 23 ganados, 6 derrotas y un empate. Kershaw por cierto volvió a coquetear con el perfecto pero esta vez no fue su obtuso mánager quien le impidió lograr la muy rara hazaña si no el venezolano Luis Rengifo quien en el cierre del octavo le abrió con doble al izquierdo, Kershaw no le permitió avance alguno al dominar a los tres siguientes con dos elevados y una rola. Clayton estaría en su noveno juego de las estrellas lanzando al menos un par de entradas con tres días de descanso el martes en su casa.

Una agradable sorpresa sin duda ha sido la convocatoria del mexicano de 23 años Alejandro Kirk, Alejandro de apenas 1.73 de estatura y 120 kilos de peso, ha convencido a todos de que tiene los méritos suficientes no solo de ser titular en los Azulejos sino incluso ser titular en el juego de las Estrellas donde será el receptor de la Liga Americana. Kirk se desarrolló en la Academia en El Carmen Nuevo León. Formó parte de los Toros de Tijuana de la Liga Mexicana de Beisbol y fue reclutado por los Azulejos de Toronto gracias a la gestión de Aarón Acosta aquel lanzador que estuvo en Liga Mexicana diez años incluyendo en el 2007 cuando formó parte de Vaqueros Laguna.

El rollizo receptor podría estar recibiendo los lanzamientos del probable abridor de La Americana el fenómeno Shohei Ohtani quien fue elegido por segundo año consecutivo como designado y pitcher. Las festividades inician mañana lunes con el concurso de jonrones o Homerun Derby, que tendrá a enormes cañoneros, el bracket quedó de la siguiente manera, el Oso Polar Pete Alonso de los Mets ganador de los dos últimos concursos va contra el fantástico Ronald Acuña Junior de los Bravos, el ganador irá contra Corey Seager de los Rangers o Julio Rodríguez de los Marineros.

Del otro lado de las llaves, Kyle Schwarber de los Filis contra el legendario Albert Pujols, el que pase enfrentará al ganador de José Ramírez de los Guardianes y Juan Soto de los Nacionales. Por cierto digno de mencionar lo del formidable pelotero que es el joven dominicano Soto, su equipo, los Nacionales de Washington le ofrecieron una extensión de contrato por 15 años y 440 millones de dólares, el chavo de 23 años la rechazó y entonces el equipo de la capital estadounidense ha dicho que escuchará propuestas por el jardinero que a sus 23 años ha ganado dos bates de plata y un título bateo, fue campeón de Serie Mundial en el 2019 y acaba de ser convocado por segunda vez al All Star Game. La mala noticia para el que quiera hacerse de los servicios de esta maravilla es que su agente es el reconocido Scott "el voraz" Boras, un auténtico depredador que exprime hasta el último dólar a los ofertantes.

Volviendo al Clásico de todos estrellas, siempre recordaré y seguramente también ustedes personas ya de cierta edad, lo ocurrido en 1986 en el extinto Astrodome de Houston, Fernando Valenzuela por la Nacional y Teodoro Higuera por la Americana protagonizaron un duelo de pitcheo durante tres entradas sin permitir carrera, el Toro incluso empató la marca de Carl Hubbell aquel zurdo legendario de los Gigantes de Nueva York de los años 30 y 40 que ponchó a cinco consecutivos en un juego de estrellas de 1934 en el Polo Grounds, vale la pena recordar a las cinco víctimas de Hubbell: Babe Ruth, Lou Gehrig, Jimmie Fox, Al Simmons y Joe Cronin, ¡échense ese trompo a la uña! Valenzuela 52 años después ponchó también a cinco seguidos: Don Mattingly, Cal Ripken, Jesse Barfield, Lou Whitaker y para empatar el récord a su paisano Teo Higuera. El único juego de estrellas que realmente vale la pena, el de la NBA es un circo agradable pero cero competitivo, el de la NFL un chiste. La Nacional intentará romper esa humillante cadena de ocho derrotas seguidas. Ojalá para Kirk y nosotros sea un partido inolvidable. 

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