Tres de los integrantes del grupo C de la Copa del Mundo de Catar tienen a sus respectivas aficiones con un sentimiento de impotencia. Prácticamente no abrigan ninguna esperanza, viendo los partidos previos al Mundial de: México, Polonia y Arabia Saudita.
Los argentinos están viendo el pase a octavos como un simple trámite. La Scaloneta tiene motor turbo y simplemente está volando en su camino a su cita del 22 de noviembre contra los saudís, iniciando así el único pendiente que le queda a Leo Messi para entrar con más bases a la discusión del GOAT, no basta que azotados vociferen que la pulga es el mejor, hay que poseer un pergamino que avale lo más posible esa aspiración y eso es ganar la Copa del Mundo.
Por lo pronto Messi al parecer está completamente recuperado de un slump que vivió durante meses y justo cuando se asoma el máximo espectáculo del futbol está de vuelta, juega bien con el PSG y extraordinariamente con su selección. Al vencer sin inmutarse a Honduras 3-0 con doblete de Leo, su segundo y tercero del partido tocando por encima del arquero desde fuera del área con su zurda de ensueño. El equipo de Lionel Scaloni llegó a 34 partidos seguidos sin perder, faltándole tres más para empatar la marca mundial que posee Italia con 37. El próximo martes enfrenta a Jamaica buscando empatar el récord de Brasil y España que acumularon 35 partidos invictos.
Algo fuera de lo normal tendrá que pasar para que nuestra selección logre su octavo mundial consecutivo pasando a la ronda de los mejores 16. Como hace muchos años no veíamos tan desvalida a una selección nacional de futbol, con un entrenador disminuido física y mentalmente, dando la impresión de que marca los días como preso en su celda para mandar todo al demonio y volver a lo que lo hace feliz, el entorno del futbol argentino, a pesar que en su propio país es cuestionado, Martino sigue sin poder quitarse el estigma de que los equipos más importantes que ha dirigido en su vida Barcelona y Argentina, su contratación haya sido por petición expresa de Messi.
Ahora el Tata es un hombre amargado por el sofocante stress ejercido sobre su humanidad, minando su salud. Por cierto, la enorme presión ejercida sobre los entrenadores nacionales es otra de las cosas fuera de la realidad en nuestra selección. México no es ni de cerca una potencia mundial, pero se ejerce una crítica feroz como si lo fuera, como si existieran argumentos válidos para exigir mejores resultados.
Alrededor de nuestra selección pasan cosas como si se tratará de Brasil o España, patrocinios y cobertura mediática no acorde con la mediocridad que ha arrastrado por décadas el TRI, expectativas desproporcionadas que terminan por comerse vivo al entrenador en turno. La prensa polaca ha sido también muy dura con las actuaciones del seleccionado que dirige ahora Czeslaw Michniewicz , el exportero tomó el lugar del portugués Pablo Souza que en pleno repechaje abandonó a la selección, presentó su renuncia, no le fue aceptada y de su bolsillo pagó su cláusula de rescisión para irse a fracasar al futbol de Brasil con el Flamengo.
Los medios deportivos polacos señalan que la única esperanza de pasar la ronda de grupos es por la debilidad de árabes y mexicanos, asustados sobre todo después de la paliza que les propinó Bélgica seis a uno. Los saudís son dirigidos por el francés Hervé Renard y son básicamente inofensivos, incapaces de marcar más de un gol desde que le metieron tres a China el doce de octubre del 2021, a partir de ahí tienen doce partidos quedándose en cero en siete y marcando solo uno en los cinco restantes.
A como anda Argentina, ganará sin problemas el grupo, dejando la lucha por el segundo puesto a polacos y mexicanos, el que pase tendrá como premio enfrentar al campeón del mundo y gran favorito para repetir, el magnífico equipo que dirige Didier Deschamps, Francia, repleta de cracks. Renglones arriba decíamos que solo algo anormal haría que México llegue al cuarto partido. Así las cosas muchachos, ahora nuestra esperanza es llegar al cuarto partido. Chale.
