Los ruidos o sonidos que causan la pirotecnia (fuegos artificiales) dañan a los animales, pues son la causa de que estos sufran. Es tanta la afectación que podrían causar ataques de estrés, miedo, ansiedad y si estos ruidos persistieran, podrían llegar a generar fobia (pánico) lo que en algunas mascotas pudieran causar hasta un infarto.
Los perros son los más susceptibles a estos eventos, pues su oído es considerado más sensible, comparado con el del humano, no sólo lo perturba, sino que podría verse gravemente dañada su capacidad auditiva.
Otro problema que se presenta también en esta época, a causa de los festejos con pirotecnia, es la desaparición de algunas mascotas, porque al escuchar detonaciones o ruidos tan persistentes y molestos a sus oídos, pueden salir corriendo, perderse o tener actitudes autodestructivas, si se encuentran amarrados, romper lo que les sujeta o esperar un descuido de su dueño y escapar… su agudeza auditiva es de 60.000 hz mientras que los humanos no escuchamos a partir de los 20.000 hz (lo que quiere decir que la del perro es superior dos tercios más).
En los perros de edad avanzada es más común y habitual que se presente el miedo.
Si los intentos de escapar fallan, pudiera sufrir de paralización, intentos por esconderse y temblor general.
Algunos signos más graves son taquicardias, pudieran también defecar, presentar salivación abundante, orinarse involuntariamente y pueden presentar también algún trastorno intestinal súbito.
Ojalá y entendiéramos que es un deber de nosotros los humanos cuidar de los animales que nos regalan su amor incondicional, su fidelidad y su compañía, este regalo que nos dan no tiene precio, especialmente hoy en día, en este tiempo de pandemia y de confinamiento en el cual ellos nos han apoyado al estar a nuestro lado incondicionalmente.
Y ahora para terminar una gota de filosofía: SOLO TE DESEO DOS COSAS: TODO Y NADA. TODO LO QUE TE HAGA FELIZ Y NADA QUE TE HAGA SUFRIR.
