Luego de más de dos semanas ininterrumpidas de partidos del Mundial, tuvimos que hacer una pausa de dos días que se siente eterna. Pero mañana regresa la actividad con los cuartos de final, en los mismos horarios que los octavos. A las 9 Croacia - Brasil y a la 1 Países Bajos - Argentina. El sábado abren la jornada Portugal - Marruecos y cierran la actividad Inglaterra - Francia.
Qué decir de Brasil. Si le podemos achacar algo hasta ahora es que no ha tenido un verdadero rival de peso (ni lo tendrá, en mi opinión, en Croacia). Hablamos de que en una Copa del Mundo nunca te quieres cruzar con un Uruguay o Alemania, por ejemplo, por más mal momento que tengan. Pero los de Modric tampoco son subcampeones por suerte. Los croatas son duros y tienen a Gvardiol, quien es posiblemente al mejor defensa del campeonato, añadido al eterno trivote en el mediocampo junto a un Perisic de sacrificio y gol. El Scratch debería repetir con Militao por la lateral y esperar a que Alex Sandro se haya recuperado para la banda izquierda. De ahí en más, no debería mover absolutamente nada.
Más tarde vendrá el partido de los reencuentros. Todavía se sienten los penales del Mundial de 2014, en el que Argentina doblegaba a la "naranja mecánica" para pasar a la final luego de que no cayera un solo gol en más de 120 minutos. Reencuentro también será porque van Gaal se volverá a ver las caras con el "Fideo" Di María desde que fue su DT en el United (justo tras ese Mundial), y es que el argentino dijo que él fue el peor entrenador que tuvo porque a pesar de marcar y asistir, al día siguiente le mostraban los pases equivocados que hizo. Sin duda es un partido de pronóstico reservado, porque como Brasil, ninguna de estas dos selecciones ha tenido un rival de verdadero peso enfrente.
Al día siguiente vendrá el caballo negro. Sabíamos que tenía que haber uno. Y es Marruecos. Con dos bloques defensivos que no sacrifican la calidad para tratar bien la pelota con jugadores como Hakimi, Ziyech o Boufal. Enfrente estará la duda de si Cristiano iniciará el partido tras la impresionante actuación de Gonçalo Ramos, porque sabremos que los africanos se encerrarán y buscarán sus oportunidades a la contra. Un partido para que ambas selecciones escriban sus nombres en los libros de historia.
Y, como el postre, lo mejor para el final. Francia e Inglaterra. La final adelantada, pero no la soñada, porque todos queremos a Messi contra Cristiano, pero antes habrá que pasar por difíciles aduanas. Y de aquí sale una de ellas. Por un lado, la máquina francesa que parece que gana a medio gas, y por el otro, los ingleses un tanto más conservadores pero igual de efectivos de cara a portería. Sin duda, este es el mejor partido para estos cuartos de final.
