(FERNANDO COMPEÁN)
La delicada temática de la ausencia paterna es abordada por una obra de teatro a través de marionetas y alternativas interpretaciones. Una vez abierto el telón, los actores interactúan con los muñecos y evocan un mundo capaz de concientizar al espectador.
Ganadora del Programa de Premiación a Proyectos de Producción Escénica en Coahuila y Veracruz 2022, “La furia de Nicolás, el débil de mis enemigos” tuvo función este miércoles sobre el escenario del Teatro Nazas. Se trata de una obra escrita por el reconocido dramaturgo mexicano Saúl Enríquez y dirigida por Arnulfo Reveles, de la Compañía Detestable Teatro.
Se trató de la última función de este año, tras iniciar una gira el pasado 15 de octubre por ciudades coahuilenses como Acuña, Piedras Negras y Saltillo. Este montaje fue beneficiado con un presupuesto federal de 100 mil pesos y la compañía espera abrir una nueva temporada en 2023.
Nicolás, interpretado por César Zárate, es un niño solitario que tiene casi todo. No obstante, ese faltante en su vida se acentúa cada vez que espía a su vecino, un niño que al contrario de él, sí tiene un padre a su lado. Conforme avanza, la obra arroja distintas aristas para reflexionar sobre este tema, cada vez más frecuente en la actual sociedad.
“Es un tema bien interesante, porque los niños que ejecutan a violencia con otras personas, muchas veces no sabemos por qué lo hacen y siempre hay un motivo. En la infancia las actitudes se aprende y en este caso, Nicolás es violento porque le falta el padre”, comentó el director Arnulfo Reveles en entrevista.
Reveles añadió que Saúl Enríquez comenzó a escribir este libreto hace seis años. Con el tiempo, la obra ha tenido adecuaciones y la implementación de las marionetas dentro del producto escénico, fue una propuesta ideada por el propio colectivo lagunero.
Esta propuesta trata de deslindarse un poco de la persona, no meter un actor adulto que parezca niño, sino emplear a las marionetas para que tomen este papel.
Respecto a la gira que tuvo la obra, Reveles enfatizó que una de las ventajas de hacer teatro es que el arte puede llevarse hacia otros sitios, no sólo radicar en un escenario. En ello radica su mayor satisfacción. Por lo tanto, el resultado también es un elemento en constante reelaboración.
Una reelaboración similar es la ejerce el pequeño Nicolás en su pensamiento, al momento de reflexionar sobre sus actitudes hacia el otro niño. El bullying es temática latente y el escenario un espacio para su debate: se resaltan valores como la amistad y la importancia de la unidad familiar, independientemente de quiénes la integran. Así mismo se muestran las diferentes maneras de abordar la ausencia por medio de un personaje imaginario y la pérdida de un compañero de clases con discapacidad.
Además de César Zárate, el elenco de esta obra incluye la participación de Lilia Enríquez, Miguel Flores y Alejandro Orozco, aunados a los dos títeres que interactúan con el reparto.
