De acuerdo a los detallados registros que desde siempre se han llevado en el beisbol, particularmente en el que se juega profesionalmente, en especial el de Grandes Ligas, en el pasado remoto -de medio siglo para atrás- cuando en general la vida era más tranquila y pausada, los juegos de pelota se desarrollaban con rapidez y duraban relativamente poco tiempo. Más o menos alrededor de dos horas y media.
En contraste, ahora que la vida moderna es agitada y transcurre con gran celeridad, los juegos han extendido su duración de manera notable. En términos gruesos duran de tres a cuatro horas. Hasta ahora, a pesar de los esfuerzos realizados, ha sido imposible lograr que el promedio sea inferior a las tres horas. Contra esta meta ha navegado la revisión de las jugadas cuando la decisión del ampayeo es desafiada por cualquiera de los equipos contendientes. Es decir, esta revisión de las decisiones arbitrales ha venido a aumentar la duración de los encuentros, como es lógico suponer.
El beisbol tiene, entre otras, dos características que lo hacen grande: No es esclavo del tiempo, por no estar sujeto a éste. Y tampoco admite empates, como sucede en casi todas las demás disciplinas deportivas. Uno de los dos equipos tiene que ganar. Por eso hubo un juego, que se tiene como el de mayor duración que se registra en Grandes Ligas, entre Medias Blancas de Chicago y Cerveceros de Milwaukee que se fue a 25 entradas, el 8 de mayo de 1984, con duración de 8 horas y 6 minutos, encuentro que terminó con score 7-6 a favor de los patipálidos.
El inolvidable amigo don Jorge de la Serna, cronista deportivo que sólo lo fue del rey de los deportes y es merecidamente miembro del Salón de la Fama del beisbol mexicano, escribió un libro al que dio el título de "Los años 20 ¡Qué beisbol!". De manera muy amena, en esta obra don Jorge da cuenta de la historia del beisbol de nuestro país en el curso de los fabulosos 20s.
Sobre el punto y acerca del beisbol mexicano de entonces, De la Serna escribió: "Las técnicas no eran las más depuradas. En el fildeo mucho menos, como lo muestran los box-score de 1920. Muchos errores, pero increíble que se llevaran a cabo (los juegos) con gran velocidad. La media del tiempo de cada encuentro oscilaba entre las 2:15 y las 2:30 horas" (pág. 14).
A lo largo de su libro, el autor incluye el box-score -junto con la duración-- de 22 juegos, que por alguna razón fueron importantes durante la década que reseña, número que bien puede considerarse como una muestra representativa de ese periodo. Me di a la tarea de obtener la duración promedio de esos 22 encuentros, que resultó de 2 horas y 9 minutos. El juego de menor duración fue de 1 hora con 30 minutos y el de mayor de 3 horas y 10 minutos.
¿A qué obedece que modernamente los juegos de pelota tengan mayor duración que los de antaño?Ojalá los lectores que tengan una opinión al respecto hagan lo posible por enviarla para compartirla con los demás aficionados. Gracias anticipadas por ello.
