EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

COLUMNA

¿La séptima es la vencida?

RAQUE LÓPEZ-PORTILLO MALTOS

Miles de víctimas de por medio. Tres países garantes. El séptimo intento de negociación a lo largo de 31 años. El primero bajo un gobierno de izquierda. Esta es la numeralia que describe al recién inaugurado proceso de paz entre el gobierno colombiano y la última guerrilla activa del país: el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Este primer experimento de la propuesta de Paz Total del presidente Gustavo Petro arrancó bajo una fusión de esperanza, escepticismo y críticas. ¿La nada sencilla misión? Un cese a la violencia por medio del desarme y reintegración de este grupo a la sociedad. ¿El costo? Está por verse.

A lo largo de las últimas décadas, este grupo ha evolucionado de ser una guerrilla con un fuerte componente ideológico bajo los valores de la revolución cubana y la teología de la liberación, hasta convertirse en un actor significativo en el narcotráfico a nivel internacional (...)

¿Qué es lo que hace entonces de ésta una oportunidad distinta a las anteriores? Quizá no tenga tanto que ver con las condiciones previas, sino con las delicadas consecuencias que tendrá el potencial cruce del Estado de derecho, los intereses criminales y la presión internacional.

Negociar sin vulnerar el Estado de derecho (...) Petro está consciente de ello, tanto así que ha declarado que quiere evitar que este desarme fracture al país nuevamente. Todo apunta a que negociar con esta guerrilla será aún más complejo por su naturaleza horizontal y fragmentada.

El riesgo en este sentido no se encuentra únicamente en qué tanto está dispuesto a ceder el gobierno colombiano. Las recientes declaraciones del ELN han evidenciado su intención de reivindicar su status político y visibilizar cómo su "lucha" se distingue a la de otros grupos (...) vale la pena destacar que la misión del ELN tradicionalmente ha sido la de lograr un cambio total en el sistema político y económico. Si se suma esta premisa a la meta de Petro de crear un "gran diálogo nacional", es posible un escenario en el que esta negociación culmine en un plan de desarrollo amplio en donde surja la propuesta de una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente (...) Si bien esto podría significar la oportunidad de integrar demandas sociales de cambio, también abre las puertas a una ruptura constitucional e institucional.

Negociar sin propiciar mayor violencia (...) Ni siquiera el inicio de las negociaciones ha asegurado un cese multilateral al fuego ni una pausa en las operaciones de defensa contra el grupo (...) existe una fina línea entre el mantenimiento del diálogo y las repercusiones que los acuerdos detonen por parte de grupos criminales con altos intereses en la zona.

Este último es probablemente el escenario más preocupante. Desde hace varios años, Colombia ha cobrado una particular relevancia para los cárteles mexicanos, principalmente para la compra de cocaína (...) cualquier cambio que afecte a sus intereses podría atizar la violencia o provocar que éste u otros grupos ocupen los vacíos que deje la desmovilización de la guerrilla.

Negociar sin sucumbir ante la presión de otros actores internacionales (...) Noruega, Cuba y Venezuela figuran como los países garantes de este proceso (...) Venezuela (...) su participación en el proceso es indispensable considerando que el ELN opera a ambos lados de la frontera. Sin embargo, su cooperación y apego a los acuerdos a los que se lleguen aún está en duda.

EUA seguirá muy de cerca el desarrollo de las negociaciones (...) habrá que evaluar cómo la participación de Cuba, de otros actores regionales que intervinieron en negociaciones pasadas como Ecuador y Chile, juegan en escenario de alianzas regionales.

TW: @RaquelLPM

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: editorial RAQUE LÓPEZ-PORTILLO MALTOS editoriales

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2146276

elsiglo.mx