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Las palabras tienen la palabra

Nuestra forma de hablar

JUAN RECAREDO.-

Me encontré con un libro interesante acerca del lenguaje. Es un libro publicado hace casi 30 años por el arquitecto Héctor Benavides, conductor de noticieros en la Televisión de Monterrey, en colaboración con Rodolfo Martínez y la Universidad de Monterrey, en el que se hace una interesante recopilación acerca de la particular manera de hablar de los regiomontanos, o sea, de quienes vivimos en la ciudad de Monterrey, pero que es un lenguaje muy común para todo el norte del país.

Ahí le va un ejemplo: la guaripa, que es un sombrero de ala corta hecho de petate. Otra de ellas es güila, que es una palabra utilizada para describir a "una mujer de esas que les gusta andar de un lado para otro" y que así les dice por analogía con los papalotes porque, ciertamente a un papalote que en España es una cometa, en Monterrey es una güila o huila como usted quiera llamarle. Así es la cosa.

Otro vocablo muy regio es guamazo que es un golpe, una bofetada, manotazo o puñetazo o también puede ser el golpe que se da usted al caer, por ejemplo: "me resbalé con una cáscara de plátano y me di un fuerte guamazo".

Un tipo nagualón, para los norteños, es un hombre que se esconde tras o bajo las enaguas de la mujer, aunque creo que en este caso se aplica metafóricamente, o sea en sentido figurado a un tipo cobarde, que no le hace frente a los problemas y para ello "se esconde" tras la mamá o la esposa o alguna mujer de la familia que "saque la cara" por él.

A algo que está ubicado muy lejos decimos que está "por anca la madre"; anca es una forma corta de decir "en casa de…" y a la palabra madre le damos una aplicación muy variada. Entonces un lugar distante o difícil de encontrar, decimos que está "por anca la madre".

Cuando por flojera haces mal una cosa, es probable que tengas que hacerla de nuevo para que quede bien. Cuando esto sucedía, la abuela nos decía: "¿Ya ves? El flojo y el mezquino andan dos veces el camino".

También cuando alguien estaba muy ansioso decía que "está brincando en una pata". Por ejemplo: "Ándale, muévete que tu papá ya ha de estar brincando en una pata porque no llegamos".

Si hay algo que parece más fácil de lo que realmente es, se decía que "no es nomás de quitarle la cascarita" y "más seguro más marra'o", otro dicho que se explica por sí solo y en donde la palabra "marrao" -o "marra'o"- es una forma acortada -y ranchera- de decir "amarrado", o sea, asegurado.

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

donjuanrecaredo@gmail.com Twitter: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA Álvaro Villagrán: ¿Cómo se escribe, bato o vato?

LE RESPONDO: Bato -así con "b"- es un hombre tonto, rústico, de muy pocos alcances.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Toda lengua es un templo en el cual está encerrada, como en un relicario, el alma de quien habla.

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