A Cárdenas no se le considera transformación, aunque fue lo que lógicamente debió de haber sido después de un proceso revolucionario como el muestro. El reparto agrario, la educación socialista, nacionalizar el petróleo y legislar en favor de los obreros. A lo mejor está considerado dentro de la tercera, pero para mi punto de vista son dos cosas muy diferentes, ya que la nuestra fue una revolución liberal y Cárdenas fue un experimento, francamente socialistas. Fue la única vez que el partido comunista estuvo aliado al Partido oficial, los antecedentes de PRI (PNR).
Debemos de recordar que durante la guerra civil española, Cárdenas apoyó y acogió a los socialistas republicanos, a los niños que después fueron a dar a Morelia, a Trosky, se comprometió con ello y tuvo el gran apoyo nacional.
No fue el único que en esos tiempos pensaba era la mejor opción a seguir. Experimentos similares se pusieron en práctica en dos estados: Tabasco, con Garrido Canabal, y Yucatán con Felipe Carrillo Puerto. El primero es recordado por el grupo de jóvenes que manejaba a la manera de los grupos fascistas, hasta con un color determinado en sus camisas (no me acuerdo si grises, pardas o de algún otro color). El segundo es más recordado por la canción de Palmerín: Peregrina. Ninguno de los dos intentos prosperó y el Cardenismo terminó cuando lo hizo el sexenio del General, el segundo tata de los michoacanos. (El primero fue Vasco de Quiroga).
De la emigración española nació el colegio de México de donde se nutrió la cultura mexicana desde los años cuarenta y que es referente indudable de calidad. La contrapuesta mexicana es el colegio nacional, que, por supuesto, muy pocos conocen y cuya bibliografía es imposible de conseguir en provincia, a menos que sea por internet.
El PRI logra reunir a todos los generales y políticos principales de aquella época. Se le oponen el PAN fundado por Gómez Morín, y el partido de Lombardo Toledano, que esa también es una historia que no fue del todo, aunque si dio mucha lata.
La gran pregunta que todos se hacen es la razón por la cual Cárdenas no le dio continuidad al sistema por el cual había apostado y estaba ganando. Había personajes de su entera confianza como Francisco J. Mújica pero no lo apoyó para que fuera candidato, en lugar de él, destapo a Manuel Ávila Camacho, quien tenía un hermanito quien dio mucha lata y se llamaba Maximinio.
A partir de aquí, el país va a virar hacia la derecha. Se participa en la Segunda Guerra Mundial con el escuadrón 201. Con Miguel Alemán ya no hay duda del rumbo que tomará el país. En este sexenio comienza la corrupción, según dicen. Aparecen las playas que serán el paraíso, como Acapulco. Se apuesta por el turismo.
En los cincuenta aparece la televisión y Alemán la inaugura; después será uno de sus inversionistas. El cine se vuelve familiar y sonso, antecedente de las telenovelas.
Adolfo Ruiz Cortines es ante todo un administrador. Sus corbatas eran de moño. Contador. Hizo leyes en contra de los monopolios e instituyó el aguinaldo. Hubo que afrontar una devaluación.
López Mateos se le recuerda por dos cosas: sus constantes viajes al extranjero, y la creación del libro de texto gratuito. También algunos lo recuerdan porque le gustaba correr su carro y utilizaba como pista el recién construido viaducto de la ciudad de México.
Otro de los malos recuerdos del principio de su gobierno fue la huelga ferrocarrilera que encabezaron Vallejo y Campa y que el gobierno respondió con despidos y balas. ¿En caliente, compadre?
Los puntos buenos de López Mateos: El ISSSTE, el Museo Nacional de Antropología e Historia, nacionalizó la industria eléctrica.
Los años sesenta fue un período de transición. Se perdió la credibilidad. Se fomentó el pensamiento de izquierda. Se puso de moda el peace and love, el rock, la marihuana, los hongos de Oaxaca y tarascos.
Lo que no se olvida, el dos de octubre.
