Nuestra gran ciudad de Torreón como en repetidas ocasiones lo hemos manifestado tuvo un impresionante crecimiento en áreas tales como la industrial, bancaria, comercial, educativa, diplomática, social entre otras, pero todas esas manifestaciones a que nos hemos referido son catalogadas como cuestiones de índole material, por lo que ante tal situación los primeros pobladores a finales del siglo XIX y principios del XX pensaron en aspectos o situaciones del orden espiritual para así tener paz espiritual.
En principio es de señalar el hecho del gran flujo de migrantes que atraídos por el gran progreso que se daba en nuestra gran ciudad vinieron a radicar a la misma, los cuales en un principio dieron inicio a divulgar sus creencias religiosas en locales improvisados para después adquirir locales propios para predicar sus respectivas religiones. Los misioneros Presbiterianos de la iglesia Príncipe de la Paz a partir de 1872 se hicieron presentes en el rancho del Torreón para dar a conocer su doctrina construyendo su templo en el año de 1888 y este se ubicó en la Avenida Juárez número 26 y después 1535 poniente.
La iglesia Bautista se estableció en el año de 1890 y en 1896 adquirieron un terreno frente a la plaza de armas, lugar en el que actualmente se encuentra. La iglesia Presbiteriana Príncipe de la Paz construyó su templo en el año de 1888, cambiando su templo en el año de 1970 a la avenida Matamoros 1288, ya que el terreno donde se ubicaba templo original fue enajenado a un centro comercial, para coadyuvar con el crecimiento comercial de la ciudad, ubicándose en la avenida Matamoros 1238 poniente. La iglesia metodista fue construida en el año de 1907 y su edificio ha sido declarado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como un monumento histórico de Torreón.
En el año de 1890 religiosos de la iglesia católica construyeron una pequeña capilla para realizar los oficios de la religión católica, la cual estuvo a cargo del padre don Félix Vargas, conocedor de las limitaciones de espacio, un gran personaje lagunero el señor don Andrés Eppen donó un cuarto de manzana siendo el lote C de la manzana 39 pero además donó a los sacerdotes la cantidad de quinientos pesos para que iniciaran la construcción la que se inició en el mes de noviembre de 1894 y para el día 12 de octubre de 1895 se celebró la primera misa, todo esto debido a los donativos de los fieles de la iglesia.
Estos fueron los primeros templos que se construyeron en nuestra gran ciudad y a la fecha habrá que consignar el hecho de que en la misma existen templos de gran número de religiones los que se fueron construyendo después de los templos aquí mencionados.