Di tu nombre, para que el universo sepa cómo se llama.
Di tu nombre, para que la música se sienta avergonzada.
Di tu nombre, para que las estrellas pregunten: "¿Quién me busca?".
Di tu nombre, para que surja la poesía.
Di tu nombre, amada, para que se detenga a mis puertas el amor.
Di tu nombre, para que la belleza piense que la están nombrando.
Di tu nombre, para que el mío lo siga.
Di tu nombre, María de la Luz, para que se haga la luz.
¡Hasta mañana!...