¿TIENE ESTA FLOR NOMBRE DE MUJER, O TIENE ESTA MUJER NOMBRE DE FLOR?
Margarita se llama la flor.
Margarita se llama la mujer.
La flor es blanca y rubia.
La mujer también.
La flor sabe lo que ninguna otra flor sabe: puede adivinar el amor y predecir el desamor.
La mujer es dueña del saber que todas las mujeres poseen: sabe cuándo amar y cuando desamar.
Si alguien dice la palabra "margarita" no pienso en una flor. Pienso en una mujer. En aquélla por la que Fausto, el viejo que se hizo joven, el joven que se hizo viejo, conoció el cielo y el infierno y tuvo tratos con Dios y con el diablo.
Por él, por Fausto, Margarita perdió su inocencia de flor y de mujer. Por él subió también al cielo y descendió a los infiernos.
A fin de cuentas eso es el amor: infierno y cielo. Quien ama conoce esos dos territorios. En ambos vive, y al final aprende que el infierno en compañía de la mujer amada es cielo, y el cielo sin ella es un infierno.
Dime, margarita, flor, lo que me dirá esa mujer.
Dime, Margarita, mujer, lo que me dirá esa flor.
¡Hasta mañana!...