SEGÚN ES BIEN SABIDO, EL TODO ES MAYOR QUE CUALQUIERA DE SUS PARTES.
En cierto lugar del mundo, sin embargo, hay una parte que es bastante mayor que el todo al que pertenece. El todo se apena mucho, desde luego. Se siente insignificante al lado de aquella parte mayor que él. Ha tratado de reducirla, pero la parte se niega a ser menor. "El todo -aduce- lo formamos todos. No tengo por qué ser menor que tú".
Los matemáticos están muy preocupados. Sucede que las demás partes conocieron la rebeldía de su compañera, y todas ahora quieren ser mayores que su respectivo todo, o iguales por lo menos. Si falla el axioma de que el todo es mayor que cualquiera de sus partes quedarán socavados los cimientos de la tradición.
Las partes dicen que esto no es cuestión de tradiciones, sino de equidad y justicia. Y la justicia y la equidad, alegan, no son cuestión de tradiciones.
¡Hasta mañana!...