EL PADRE SOÁREZ CHARLABA CON EL CRISTO DE SU IGLESIA.
-Señor -le preguntó-, ¿por qué existe el mal?
Respondió Jesús:
-El mal existe porque existe la libertad. Si el hombre no fuera libre no habría hombres malos. Sólo en el mundo de lo humano existe el mal, porque solo en ese mundo hay libertad. En el reino de la naturaleza el mal no existe. No hay animal malo, aunque califiquemos de maldad al lobo, a la serpiente o a la hiena. Las criaturas naturales cumplen su instinto, pero el hombre posee libre arbitrio. Ejerce entonces su libertad, y en ejercicio de ella opta por el bien o por el mal.
Opinó el padre Soárez:
-Mejor sería entonces no ser hombre.
Jesús le dijo:
-De ser hombre ya no te puedes librar, pero de ser hombre malo sí.
¡Hasta mañana!...