Anoche se apareció en la antigua casa del Potrero el fantasma de doña Francisca Ruiz y Pela.
Cuando ese espectro sale los demás se ocultan. En la otra vida le tuvieron miedo, y también le temen en esta que ahora viven. Y es que doña Francisca -nade le dice doña Panchita, doña Paquita o doña Quica- llevaba en sí una funesta maldición. Cuatro maridos tuvo, y a los cuatro los enterró. Quiero decir que enviudó cuatro veces. Por eso ya nadie le decía doña Francisca: todos la llamaban "la viuda".
Cuatro veces al año se aparece doña Francisca, en las fechas de la muerte de sus cuatro esposos. Hay quienes dicen que viene a buscar otro marido al son de que no hay quinto malo. En esas noches los viudos del rancho y los solteros de edad no se acercan a la casa grande. Se encierran en la suya y rezan la oración de las Siete Verdades, que ahuyenta a los aparecidos.
Yo no le temo al fantasma de doña Francisca. Tengo mi ángel protector, que es mi señora. Ella disipa todos mis fantasmas. Pero rezo para que la viuda descanse en paz con sus cuatro maridos, y que duerman tranquilos también los que podrían ser el quinto.
¡Hasta mañana!...