Bernardo Huerta Gil, fundador y "Gran Capitán'' de los Tigres de Salazar, uno de los equipos de mayor arraigo del futbol saltillense con 60 años de antigüedad y gran historial, falleció el jueves 27 de enero a la edad de 88 años en la ciudad de Monterrey, donde radicaba desde hace años. Su muerte causó gran consternación en el medio futbolístico de la capital del Estado. Se le considera como uno de los pioneros de este deporte junto con su hermano Roberto, recién fallecido.
"El Prieto'', como le decían por cariño a Bernardo, nació en 1933 en el rancho Pozo del Salto de San Juan de Zacatecas, jurisdicción de San Tiburcio, Municipio de Mazapil, Zacatecas. A la edad de diez años llegó a la ciudad de Saltillo, a donde el matrimonio formado por don Crispín Huerta Flores, originario de Charcas, San Luis Potosí, y doña Lilia Eustolia Gil, nacida en Torreón, Coahuila, decidió establecerse para darle educación a sus hijos Rómulo (+), Bernardo (+), Julieta, Blanca, Roberto (+), Yolanda (+) y Angélica Huerta Gil.
La familia Huerta Gil cuando llegó a radicar a Saltillo vivió primero en la calle de Colón esquina con Salazar, posteriormente se estableció en el número 547 de calle Salazar, a media cuadra del desaparecido Estadio Saltillo, en donde Bernardo y su hermano Roberto practicaban a diario futbol.
Una vez que Bernardo concluyó sus estudios de Primaria en la Escuela Anexa a la Normal ingresó al Instituto Tecnológico de Saltillo para cursar la carrera de Técnico en Máquinas y Herramientas, habiendo egresado en las primeras generaciones de ese plantel. Su vida laboral la inició muy joven en Cinsa y después en Moto Islo, fábrica de Motocicletas, a fines de la década de los años cincuenta, en las que destacó como un empleado responsable y ejemplar por más de 30 años.
Sus inicios en el futbol soccer fueron con el equipo Colón y Salazar al lado de Bernardo Mellado, otro de los grandes impulsores del futbol saltillense, Ambrosio "Buchis'' Lara, Crisanto "El Mudo'' Lara López, José María "El Chino'' Ramírez, Rodolfo "El Rudo'' Hernández, Fermín "La Torta'' Hernández y Carlos "El Gallo'' Sánchez.
Posteriormente formó los equipos Cinsa y Moto Islo, entre sus compañeros de equipo de ese entonces podemos citar a "Mundo'' Cárdenas, "El Flaco'' Raúl, Manuel Martínez y "El Mollete'' Pérez, entre otros.
Bernardo Huerta Gil y su hermano Roberto eran líderes por naturaleza que impregnaron de fuerza y espíritu de lucha a los jugadores de los Tigres de Salazar, equipo fundado en 1960 y en el cual militaron jugadores de la talla de Carlos "El Gallo'' Sánchez, Víctor Manuel "El Totó'' Mendoza, Federico Covarrubias, los hermanos Marco Antonio, Javier, Jaime y César Arturo Rodríguez Gómez, los hermanos Emilio y Juan Manuel Destenave Mejía, los hermanos Sergio, Felipe y Rafael Rivera Valdés, los hermanos Venancio e Isidro Gutiérrez, David Contreras Leija, Antonio "El Árabe'' Cortés, Antonio Escobedo Velázquez, los hermanos José y César Estrada Torres, Cristino Aguirre, Sergio Esparza y Ovidio Arévalo, entre otros.
A iniciativa de Bernardo en agosto de 1963 se fundó el Club de Futbol Tigres de Salazar, ya como institución deportiva con su respectiva mesa directiva y socios. Se acondicionó una bodega de la huerta de don Arturo Villarreal como sede oficial del club, el cual se sostenía con la cuota semanal de un peso de cada socio y cooperaciones voluntarias de amigos, familiares y vecinos.
A cada uno de los socios, en su mayoría jugadores de los equipos representativos del club, se daba un talonario con recibos para dar un comprobante del donativo recolectado. En el exterior del salón de juntas Cristino "El Cerillo'' Aguirre estableció un estanquillo.
Los primeros uniformes de los Tigres de Salazar fueron confeccionados por la Sra. Angelina Solís viuda de Destefano, madre de Juan Destefano Solís, quien fue el primer dirigente del Club, el cual ha permanecido vigente durante seis décadas, en la actualidad cuenta con su propia Casa Club, ubicada en el número 743 Sur de calle Salazar, una de las más antiguas de Saltillo, conocida también como Calle de los Tejocotes, ubicada a un costado del desaparecido Ferrocarril Coahuila y Zacatecas y a dos cuadras de la hermosa Alameda Zaragoza.
César Arturo Rodríguez Gómez, mejor conocido como "El Tuklio'', recuerda a Bernardo como un Capitán de carácter enérgico en el campo de juego, pero muy respetuoso, quien dejó muchas enseñanzas de vida, entre ellas respetar al contrario y jugar limpio. Formó en los Tigres de Salazar una gran trinchera con David Contreras Leija (QEPD) y Antonio "El Árabe'' Cortés en el sistema 3-2-5, respaldados en la portería por Venancio "La Chiva'' Gutiérrez y Ovidio Arévalo.
"Era una persona amable, no fumaba, no tomaba, sin vicios. Se preocupaba mucho por nosotros. Cuando jugábamos una final de Liga o de Copa nos concentraba desde la noche anterior al partido en una casa aledaña a la de su familia. Horas antes del encuentro nos ofrecía un frugal desayuno e impartía una charla técnica previa al partido, sin duda alguna fue precursor de las concentraciones a nivel futbol amateur'', estimó César Arturo.
El fallecimiento de Bernardo se da a cinco meses de la muerte de Roberto, acaecido el diez de agosto de 2021. En esa ocasión lo entrevisté vía telefónica a la ciudad de Monterrey y lo noté muy dolido por la muerte de su inseparable hermano. No se resignaba a aceptar lo que había pasado. Hoy se reunirá nuevamente con él para vivir la otra vida que tenemos asignada, deseando a sus familiares e hijas una pronta y cristiana resignación. Siempre fue un ejemplo para todos, su muerte representa una pérdida irreparable para el futbol saltillense, pues era una persona enérgica, pero amable, apreciada por todos. Será recordado de por vida por los integrantes del Club de Futbol Salazar, al cual consideró como su propia familia, impregnándole un espíritu aguerrido en el campo de juego. ¡Descanse en Paz Bernardo Huerta Gil!
