A pesar de contar en el doble de efectivos militares, el ejército franco-austriaco era derrotado por las tropas del Imperio prusiano en la batalla de Leuthen de 1757, dentro de la Guerra de los 7 años. Más tarde, el mismo Napoleón, argumentaría que ello fue “Una obra maestra de movimiento, maniobra y resolución”.
¿Pero quién fue el estratega militar responsable de tal hazaña?
La respuesta:Un gran intelectual, filósofo, poeta y literato, autor de una obra vastísima de más de 30 volúmenes. Talentoso flautista y compositor, fue el monarca que de alguna manera preconizó un Estado ilustrado, ese gobierno tan anhelado por los pensadores del siglo de las luces. Su nombre Federico II de Prusia, llamado “El Salomón del Norte” por el mismísimo Voltaire.
Su niñez fue muy difícil, pues siendo hijo de Guillermo I, el “Rey Sargento” se le impuso y obligó a abrazar la vida y formación militar. Guillermo I, su padre odiaba las aficiones exquisitas del pequeño Federico, llegándole a prohibir el estudio del latín hasta incluso golpearlo y humillarlo frente sus tropas.
El trato hostil de su padre lo llevó tratar de huir a Inglaterra, pero para su mala fortuna fue descubierto en la frontera, recibiendo como castigo el tener que presenciar la ejecución de su cómplice y querido amigo Hans von Katte.
Federico II no tenía gusto por las mujeres, de hecho, fue obligado a contraer nupcias con Cristina de Brunswick, para poderser heredero al trono. En 1740 muere su padre y Federico a sus 28 años asciende al trono. Aprende francés y hace de éste lalengua obligatoria en palacio. Siendo emperador, Federico II fue un protector de las bellas artes.
Al fundar la academia de Ciencias se rodea de los intelectuales más importantes de la época con quienes pasaba la mayor parte del tiempo. Entre ellos se encontraban: el matemático PierreLouis Maupertuis que propició la llegada de las ideas de Isaac Newton a la corte.
El descarado, irreverente y sarcástico médico Julien Offray de La Mettrie, famoso por su libro El hombre-máquina. Sin embargo, los personajes más importantes fueron por mucho, el filósofo Voltaire y el compositor Carl Philipp Emmanuel Bach, hijo mayor del gran Johann Sebastian Bach.
Lo que más amó éste gran emperador, fue la música. Federico II fue alumno del gran flautista y compositor Joachim Quantz, a la sazón, el mejor flautista de la época en toda Europa. Su legado musical es muy basto: 121 sonatas para flauta, conciertos, 2 sinfonías, 3 operetas, 1 serenata y 3 marchas. Si bien no pueden considerarse obras virtuosas, sí se percibe una clara identidad, enconada en un barroco tardío y en definitiva con un exquisito y elegante gusto, propio del estilo galante dieciochesco.
Se cuenta que en alguna ocasión viajó a Ámsterdam, pero como quería conocer cómo vivía la gente común, se adentró en la ciudad vestido como un simple flautista. En una posada pidió unas empanadas, pero viendo la posadera su aspecto, se negó a atenderlo.
Sus acompañantes argumentaron que era tan talentoso con su instrumento que en tan sólo unos minutos podría pagar, no una sino 10 empanadas. La mujer le pidió entonces que tocara algo. Tal fue su asombro y embeleso por la música, que inmediatamente metió las empanadas al horno.
Federico II fue el autor de una obra verdaderamente trascendental: El Anti-Maquiavelo, escrito que persigue contravenir las ideas del florentino, tratando de establecer las condiciones de una paz duradera con un gobierno ilustrado y un pueblo educado y sensible a las bellas artes. Por eso fue…Federico el Grande.
