Se fue Delfina Gómez y llegó Leticia Ramírez, profesora con alta pertenencia política en la izquierda mexicana y nula experiencia en administración de la educación. Ambas funcionarias incondicionales del presidente de México, quien busca como única condición de elección para el puesto la lealtad ante toda prueba.
Hay miles de expertos en educación quienes desafortunadamente -para ellos y nosotros- no son tomados en cuenta, porque saben y tienen valores éticos, pero no están sometidos a inconvenientes.
De ninguna manera puede considerarse como "otro error"; es, simplemente, el seguimiento de un plan siniestro que pretende asegurar la continuidad del propósito de cambio en la mentalidad del mexicano; trabajo que rendirá frutos a largo plazo, luego que los menores sean adoctrinados hacia la izquierda.
En esa plataforma de control administrativo -así se pretende- ahora, la SEP, presentó su plan para transformar los planes de estudio de la educación básica nacional y, con un programa piloto, en 30 escuelas por estado federal, arranca lo que han llamado "Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana" que incluye cuatro pilares centrales.
Desde luego que la inspiración del documento está basada en las enseñanzas del gran educador latinoamericano Paulo Freire, quien postuló su propuesta de "Pedagogía del Oprimido", reconocida y estudiada en los posgrados de educación.
En el fondo, es una lucha ideológica que defiende sus posturas en principios de la filosofía educativa y, en nuestro caso, evidente interés por cumplir con el proyecto populista, publicado desde el Foro de Sao Paulo -2019- y luego ratificado en Puebla, México, donde la izquierda latinoamericana establece una ruta calendarizada para la transformación "bolivariana".
Utilizar la educación es un punto trascendente del Foro, sostiene el propósito del control de lo enseñado y su manipulación para el adoctrinamiento de las nuevas generaciones latinoamericanas y, como muestra, en su numeral 4, establece: Fortalecer y ampliar la Red de Escuelas de Formación y Fundaciones del Foro de Sao Paulo. ¿Más claro?
Anteriormente, en nuestro sistema pedagógico se buscaban las competencias que en lo genérico se les llamaba "para la vida", desarrollando habilidades y destrezas para ser competitivo en la posmodernidad, buscando asegurar que éstas fueran alcanzables, medibles y evaluables; ahora, el objetivo será enfocado a desarrollar en el educando: -cito- inclusión, pensamiento crítico, interculturalidad crítica, igualdad de género, vida saludable y apropiación de las culturas a través de la lectura y la escritura.
El contenido de las materias abarcará: artes y experiencias estéticas, campos formativos, lenguajes, saberes y pensamiento científico, ética, naturaleza y sociedades, de lo humano y lo comunitario, entre otras.
En sí, los propósitos enunciados no se leen mal, aunque dejan abiertas muchas oportunidades para manipular la mentalidad de los menores en valores sociales/políticos, humanos y trascendentes.
Imposible compartirle el documento que se encuentra abierto en la red, solo le escribo algunas "perlas" que enuncian los propósitos finales.
Escriben sobre "educación solidaria", que en una interpretación libre puede significar adoctrinamiento con nuevas propuestas de moralidad y ética.
Proponen las estrategias para lograr los objetivos educativos:
Estrategia nacional para la enseñanza de lenguas y culturas indígenas y afromexicanas -cosa buena-; estrategia nacional de educación inclusiva -que puede contener ideologías extremas de género-; estrategia nacional para la modalidad multigrado -¿juntos en edades y niveles?-; estrategia nacional para la atención a niñas, niños y adolescentes en situaciones de migración (interna y externa) -reconocimiento del apoyo a la inmigración de ciudadanos de países con gobiernos afines-; estrategia nacional para fortalecer el tejido comunitario en contextos urbanos -me recuerda al sistema de control de barrios practicado por la dictadura cubana-; estrategia nacional con perspectiva de género para mantener a las escuelas libres de violencia y acoso -peligro en el manejo de la educación sexual-; y estrategia nacional de lectura.
Como lee, quedan mezcladas las propuestas educativas con la ideología del populismo, en un documento excelentemente escrito -desde el punto de vista técnico/profesional- por expertos en educación con apasionada ideología de izquierda, cuya prueba piloto iniciará con los primeros años de primaria y secundaria -inteligente decisión midiendo objetivos, capacidades y alcances- que entregará, en seis y tres años respectivamente, educados con esa "nueva mentalidad".
Aún no he podido tener acceso a los textos escolares en los que deberemos revisar la pedagogía en la formación de valores.
Le recomiendo se entere y, dado el caso, insista reforzando la primera educación formal que Usted imparte en casa, defendiendo sus maneras de pensar, ser y actuar, conforme a la escala de valores familiares y, desde luego, orientando a sus menores sobre enseñanzas y posturas políticas/sociales ajenas a lo considerado conveniente mental, física y socialmente.
Por lo pronto, jovencitos de una secundaria ya reaccionaron en CDMX, vistiendo faldas, en franco reto a lo establecido.
Lo invito a informarse y asegurar la mejor educación de sus hijos. ¿Acepta?
ydarwich@ual.mx