(ESPECIAL)
A José Lezama Lima podrían aplicársele las palabras por él consagradas a Luis de Góngora: “Pregonero y relator de la gloria alza en sus manos las formas del esplendor para que Dios y las criaturas las reencuentren y contemplen”.
En Paradiso, momento definitivo de la literatura de América Latina, el esplendor se desdobla y multiplica para dejarnos simultáneamente con el enceguecimiento y la lucidez que toda gran obra de arte obtiene y deposita entre nosotros. Monumento verbal, reflexión sobre el mundo, indagación de finalidades y principios, Paradiso es, al mismo tiempo, el reencuentro con la deslumbrante riqueza del idioma, la contemplación de un acto poético de gravedad y gracia, el vislumbramiento de dimensiones y realidades negadas o desdeñadas por una literatura vanamente realista. Libro capital, esencial de nuestra lengua, obra de amor y de constancia, mito en sí mismo y tratado sobre el mito, música y ceremonia, Paradiso, indica Julio Cortázar, “vuelve visible por la imagen el universo esencial del que sólo vivimos usualmente instancias aisladas”.
Esta edición revisada sigue la que Cintio Vitier hizo para la colección Archivos, la primera hecha a partir del original de mano de Lezama, que elimina errores y erratas, y restaura la novela a su estado primigenio.
SOBRE EL AUTOR
José Lezama Lima Nace el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho. Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, tolerado a duras penas por el régimen,y sólo abandonará la isla durante dos breves estancias en México y Jamaica. Poeta, ensayista y novelista, patriarca invisible de las letras cubanas, desde 1944 hasta 1957. Fundó la revista Verbum y estuvo al frente de Orígenes, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Obeso yasmático desde la infancia, muere el 9 de agosto de 1976. Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos, Lezama compendió su vida en el amor a los libros. Su obra culterana está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones. Promotor de revistas y cenáculos, supo congregar en torno suyo a poetas de la talla de Gastón Baquero, Cintio Vitier, Eliseo Diego, Virgilio Piñera y Octavio Smith, entre otros. Su amistad con el poeta y sacerdote español Angel Gaztelú (1914), contribuyó a la formación de su mundo espiritual.