El país se sostiene en sus mujeres. No quiero menospreciar a los millones de hombres que trabajan con gran esfuerzo, ya sea en México o fuera. Sin embargo, es mucho más común ver un hogar mexicano sin padre, siendo sostenido por una o varias mujeres, que viceversa. Las mujeres lo hacen con pocos y decrecientes apoyos del Gobierno.
La izquierda moderna en el mundo ha puesto el énfasis en apoyar a las mujeres, quienes enfrentan siempre una pendiente más empinada y llena de obstáculos. En México había dos importantes programas gubernamentales para apoyar a las madres si deseaban o requerían trabajar: el Programa de Guarderías y Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras, desaparecido por AMLO en febrero de 2019, y Escuelas de Tiempo Completo, cuya cancelación fue anunciada apenas. En estas escuelas los horarios eran de 8:00 a 14:30 sin comidas y hasta las 16:00 cuando incluía comidas. Las escuelas públicas en horario matutino van de 8:00 a 12:30. En Estados Unidos y Canadá lo regular es de 8:00 a 15:00; en Guatemala de 8:00 a 14:00 horas.
Con Escuelas de Tiempo Completo, las madres con hijos en ellas podían trabajar sin tener que depender tanto de algún apoyo, en general las abuelas. Las liberaba a todas por unas horas más. Mayor ingreso para una mujer que trabaja no solo supone mayor bienestar, sino también mayor autonomía frente a su pareja.
En México en el 2018 el 46.7 por ciento de las mujeres en edad de trabajar lo hacían, frente al 56.6 de Brasil o el 68.7 de España. EL programa de Escuelas de Tiempo Completo cubría a solo 3.6 millones de niños. Durante la pandemia, las mujeres dejaron de trabajar más que los hombres para apoyar a sus hijos que estudiaban de forma remota. Ahora se les quita uno de los pocos apoyos.
Escuelas con horarios más largos ayudan a que los menores no estén en la calle sin supervisión y enfrentando riesgos. Para combatir las causas sociales de la violencia se requieren programas como una educación de tiempo completo para todos los menores. Ahora solo quienes paguen educación privada tendrán tal privilegio.
Cuando el programa de Escuelas de Tiempo Completo se amplió en el sexenio anterior el objetivo era universalizarlo. Es caro y complicado hacerlo bien. Pero ¿qué mayor preocupación deberíamos tener los mexicanos que educar mejor a la infancia y alejarla de las calles y del abandono? ¿Qué mejor forma de reconocer a nuestras mujeres que apoyándolas con ese tipo de programas?
La razón esgrimida por la SEP para suspender el programa es la falta de dinero. En el 2021, el programa costó 5 mil millones de pesos, menos de la mitad de lo que se gastaba en el 2018. El año pasado, Pemex Transformación Industrial tuvo pérdidas por 172 mil millones de pesos. En el 2018, perdía 50 mil millones de pesos. Bastaba con mantener el año pasado el alto nivel de pérdidas del 2018 para poder financiar este programa por 24 años.
El cuento de que "no tengo dinero" es simplemente otra forma de decir "prefiero gastarlo en otra cosa que me importa más". Es como si un padre de familia dijera que no tiene dinero para la manutención de su hijo porque lo gasta en autos caros.
Un Estado democrático debe de apoyar a las madres en su desarrollo laboral y profesional. Las escuelas de tiempo completo cumplen ambos objetivos. Refinar petróleo, ninguno de ellos. Olvidar a las mujeres no solo es injusto, tiene un alto costo social.
Echo de menos los tiempos en los que el tema de la calidad educativa, cómo se gastaba y en qué, era un motivo de debate y hasta movilización social. Ahora, el Gobierno puede eliminar un programa como este sin que las afectadas tengan la capacidad de reaccionar, pues están luchando todos los días por sobrevivir. La sociedad no tiene la fuerza o el interés para hacerlo, y los partidos políticos de oposición no suelen ir más allá de algunas declaraciones testimoniales.
@carloselizondom
ÁTICO
Cancelar las Escuelas de Tiempo Completo afectará el desarrollo laboral y profesional de las mujeres. El costo social es alto.