(CORTESÍA)
El escritor lagunero Saúl Rosales afirma que en la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, habita un espíritu revolucionario, una inconformidad que genera explosiones de rebeldía. La Americana Fénix es inspiración para muchos y el compositor mexicano Antonio Juan-Marcos no ha sido la excepción. En alianza con la escritora Mónica Lavín, ha compuesto una nueva ópera para honrar a la Décima Musa: La sed de los cometas.
“Con Mónica Lavín la intención fue hacer un personaje de carne y hueso, por así decirlo. Un personaje que no dependiera sólo de la historia, sino que lo pudiéramos sentir de carne y hueso y pudiéramos dialogar con él, que podamos escuchar a Sor Juana y podamos imaginarnos preguntarle algo”, indica en entrevista el compositor, quien en anteriores ocasiones ha colaborado con la Camerata de Coahuila.
Esta obra se estrenará el próximo 30 de septiembre en Ciudad de México, en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario de la UNAM (19:00 horas), y tendrá una presentación más el 2 de octubre (18:00 horas), esto en el marco del Festival CulturaUNAM.
El libreto de Mónica Lavín está inspirado en su novela histórica Yo, la peor, que gira en torno a la vida y obra de Sor Juana Inés de la Cruz. Por su parte, Antonio Juan-Marcos ya tiene músculo colocando notas y armaduras en el pentagrama a partir de obras literarias como las de Octavio Paz (quien también escribió sobre la poeta en su libro Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe).
La sed de los cometas es una ópera distribuida en tres actos. Aborda la vida de la Americana Fénix y muestra sus claroscuros. Por un lado, está la luminosidad de su talento, su sed de conocimiento. Mientras que por otro, abunda la oscuridad de los tiempos que le tocó vivir, donde ciertas estructuras sociales buscaban impedirle brillar sólo por el hecho de ser mujer.
“Ese es el contraste, el claroscuro que queríamos contar y me parecía importante saber en qué momentos de la vida de Sor Juana son los que mejor reflejan estos claroscuros. En ese sentido, creo que la parte que va desde la llegada de los virreyes a la Nueva España, en la cual Sor Juana construye un arco de recepción, un arco alegórico, hasta su muerte, la parte que mejor refleja estos claroscuros”.
Respecto a la sonoridad de esta ópera, el compositor comparte haberse apartado de lo tonal. Se trata de una música que contiene su propia gramática, la cual ha ido encontrando a lo largo de los años. A nivel sonoro, posee ciertos puntos fundamentales: dar privilegio a la voz y la función de la orquesta para arropar a la escritura vocal.
También existe una especie de obra abierta, pues el compositor dialoga con la historia del sonido. Incorpora referentes sonoros del barroco, como Villancicos de Manuel de Sumaya o ritmos afroamericanos propios del mundo sonoro al que pertenecía la esclava de Sor Juana.
La soprano Cecilia Eguiarte es quien interpretará el papel principal. Mientras que el resto del elenco se conforma por Frida Portillo (mezzosoprano), Araceli Pérez Martínez (mezzosoprano), Enrique Guzmán (tenor) y Rodrigo Urrutia (barítono).
La dirección musical está a cargo del maestro José Arean al frente de la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM) de la UNAM; la puesta en escena de Belén Aguilar; las imágenes de video para la puesta en escena de Daniel Primo; el vestuario de Mauricio Ascencio; el trabajo con el coro de Rodrigo Cadet; y el acompañamiento de piano en los ensayos de Alain de Real.
