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La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) que incluye al comité Torreón exigió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) detener la transformación del Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana que entre otras cosas contempla transitar de grados escolares al establecimiento de contenidos por seis fases de aprendizaje.
Estas últimas son: educación inicial, educación preescolar, primero y segundo grados de educación primaria, tercer y cuarto grados de educación primaria, quinto y sexto grados de educación primaria y primero, segundo y tercer grados de educación secundaria.
La SEP argumenta que lo anterior es con el fin de dedicar mayor tiempo a los procesos cognitivos, sociales, culturales que los estudiantes requieren para el desarrollo óptimo de sus capacidades así como priorizar la planeación, seguimiento y evaluación del trabajo entre docentes a lo largo del tiempo promover una perspectiva amplia e integral, etc.
En este contexto, la UNPF consideró que con las condiciones postpandemia el Marco curricular “pareciera irrelevante” además de cuestionar:
“¿Es el momento oportuno para realizar un cambio de modelo curricular? Es uno de los cuestionamientos más fuertes, ya que existen otras prioridades relacionadas con la pobreza y pérdida de aprendizajes. Como consecuencia de la pandemia los indicadores educativos se profundizaron en sentido negativo, como el incremento en el abandono escolar o el atraso en aprendizajes en conocimientos básicos. ¿No habría que enfocar recursos y tiempos para avanzar en ello en lugar de en un nuevo modelo sobre el cuál no se tiene claridad sobre su costo-beneficio?”.
La Unión destacó la necesidad de que las autoridades educativas tengan en cuenta la realidad educativa que se vive en México después de la pandemia por el COVID-19 pues se advirtió que hubo hasta tres años de retraso escolar, especialmente en lectura de comprensión y pensamiento lógico-matemático además de que se ha evidenciado la pérdida de derechos de los niños y niñas, vulnerados por la violencia y pobreza. Incluso, señalan que el derecho a las clases presenciales se vio afectado por la pobreza y la falta de condiciones adecuadas de los planteles además de que la pérdida total de alumnos en el ciclo escolar 2018-2019 al 2020-2021 fue de 3 millones 656 mil 928 estudiantes en todo el país.
“Como padres de familia, nos preocupa que la ‘transformación’ del modelo educativo dañará a nuestros hijos y a su formación, ya que el discurso en el que se enmarca está basado en premisas ideológicas, más que pedagógicas, además la propuesta del nuevo Plan y Programas de Estudio no está antecedida por ningún diagnóstico de los planes 2011 y 2017”.
Padres y madres de familia comentaron que el fin de implementar el nuevo modelo curricular en agosto de 2022 podría tener como consecuencia una deficiente operatividad, ya que hay temas conexos que deben ser analizados con tiempo adecuado como: materiales educativos, capacitación magisterial, comunicación con comunidad escolar, libros de texto, servicios de apoyo, presupuesto educativo congruente y suficiente.
Añadieron que la educación no debe improvisarse ni castigarse y que, por el contrario, debe ocupar un lugar privilegiado en la agenda del Gobierno federal. Por lo anterior, exigieron a la SEP “no implementar a la ligera cambios en el modelo educativo pues no hay seriedad ni confianza en las consultas hasta el momento realizadas, ya que la mayoría de los participantes fueron personas acreditadas por la autoridad educativa estatal y porque los resultados de la consulta digital no se han dado a conocer”.
Por lo anterior, “la implementación del Plan y Programas de Estudio (PPE) 2022 de educación básica son desconocidos y las autoridades han evadido responder a los cuestionamientos de expertos”.
La UNPF se unió a las propuestas planteadas por la sociedad civil y expertos en educación y piden a la Federación: Incluir en la capacitación a la sociedad civil con experiencia, hacer una prueba piloto antes de aplicar, evidenciar los diagnósticos que impulsó un cambio curricular conocer de forma oportuna los materiales educativos y poder opinar sobre ellos.