(ARCHIVO)
El Centro de Investigación en Agua y Derechos Humanos (CIADH) ha promovido cerca de 200 juicios para que autoridades y organismos operadores garanticen el derecho humano al agua en calidad, cantidad y frecuencia, principalmente en zonas rurales de la región cuyos habitantes son afectados por el desabasto y las altas concentraciones de arsénico.
Gran parte de estas demandas corresponde a pobladores de ejidos de Francisco I. Madero, Matamoros, San Pedro, incluso de Torreón y Lerdo, donde se han acentuado ambos problemas, es decir la falta de agua y la contaminación crónica por arsénico, según indicó el presidente del organismo, Miguel Ángel Hernández.
El CIADH cuenta con un programa de litigio estratégico, mediante el cual las quejas de los pobladores se convierten en instrumentos jurídicos ante la autoridad para promover el cumplimiento del derecho humano al agua y saneamiento, en favor de personas en condiciones de extrema pobreza y vulnerabilidad.
En tres años de trabajo, se han obtenido algunas sentencias favorables a los quejosos, pero incluso pese a la resolución judicial hay autoridades que en su defensa legal han respondido que no están obligadas a suministrar agua potable a través de tuberías, como ocurrió en un caso del poblado San Salvador, del municipio de Francisco I. Madero, donde intentan satisfacer las necesidades con pipas.
"Las autoridades no están garantizando el derecho humano al agua en calidad, cantidad y frecuencia para todos, pareciera que hay ciudadanos de primera y de segunda o de tercera, pues mientras nosotros aquí en la ciudad tenemos un fácil acceso a este recurso, hay comunidades rurales que llevan hasta cinco meses sin suministro", expresó.
Otra de las líneas de acción de este organismo es la investigación; actualmente desarrolla un estudio en equipo con la UNAM para conocer el comportamiento del acuífero en la región, a través de mediciones de oxigenación, conductividad, así como la presencia de metales pesados y otras características en pozos testigo en Torreón, San Pedro, Matamoros y Madero.
Al respecto, Miguel Ángel Hernández dijo que aunque la investigación aún no concluye, es de todos conocido que la extracción en los pozos de agua destinada al consumo humano es a niveles cada vez más profundos, entre 300 y hasta 500 metros, lo que de ningún modo puede representar agua de calidad.
Señaló que ante la gravedad del problema en esta zona, el CIADH trabaja para que se reconozca oficialmente como un problema de salud pública, bajo la denominación de hidroarsenicismo crónico regional endémico, y en consecuencia se atienda de manera eficaz, eficiente e inmediata por todos los entes del Estado mexicano.