Durante una exposición anual de guardabosques, al calor de la cerveza, se alzaban las apuestas más singulares.
Sir William Burton, propietario del perro "Thorneywood Terror" apostó que su animal era capaz de sujetar a un hombre tanto tiempo cuanto fuera necesario aguantar, "sin utilizar la boca", para lo que el perro sería abozalado.
Un corpulento granjero se ofreció a combatir para deleite de aquella reunión de hacendados. Rápidamente el perro, abalanzándose sobre él, lo derribó resultando inútiles todos los intentos del hombre por zafarse de la poderosa mole del perro. Varios fornidos contrincantes quisieron ganar la apuesta, pero todos fueron dominados por el perro limpiamente.
El envite se repitió con posteridad en otros muchos contextos y en todos ellos "Thorneywood Terror" demostró que su habilidad, potencia y coraje no tenían límite. El perro nunca fue derrotado.
Si pensó usted en la raza "Bullmastiff" acertó, quién más que una mole de construcción poderosa y simétrica, de gran fuerza con temperamento brioso, alerta y fiel me podía haber referido.
El "Bullmastiff" es un perro lleno de energía, muy activo ya que gusta de satisfacer a su amo, cualquiera que sea el trabajo que se le exija. Es un animal sociable, incluso tratándose de extraños, muy dulce y cariñoso con los niños, capaz de quedarse tranquilo y quieto a los pies de su dueño durante varias horas o de esperar pacientemente en el coche o en casa, sin hacer estragos.
Está siempre al pendiente del amo y dispuesto a cualquier cosa y, pese a que no es un perro "manso", se le adiestra y educa con relativa facilidad. Su carácter es alegre y vivaz, al que agrada ser útil, tanto que, si le encomendamos que guarde la casa o la granja, se lo tomará muy en serio y con verdadero placer.
Ha sido apreciado como "guardia jurado" para la caza, auxiliar del ejército, policía, guardián de las sociedades diamantíferas de Sudáfrica. Hoy es empleado especialmente como perro de guarda y de defensa muy temible. Vive a gusto en familia donde se comporta como un auténtico caballero.
Si se le adiestra, no obedece a su amo en forma mecánica, más bien hará notar que obedece a su amo para darle gusto pero nunca por sumisión. Tanto es así que, si ha de acudir a la llamada del amo, se tomará su tiempo para olisquear un árbol y hacer pis, antes de acudir.
Es el típico representante de los molosos de Gran Bretaña, donde es originario. Comparte por ello muchas características con otras razas del mismo grupo como el Mastín Napolitano, Dogo de Burdeos o incluso los molosos españoles como el Dogo canario.
Poseen una gran alzada que supera los 68 cm, pudiendo llegar a pesar más de 60 kg, su manto se compone de pelo corto y color dorado en todas sus graduaciones, desde el muy claro hasta el caoba, pudiendo ser también atigrados, generalmente con máscara.
Cuando usted se plantee comprar un cachorro, no importa cuál sea la raza, debe investigar a fondo sobre la misma, leer libros y revistas especializados, consultas a internet, visitar a tantos criadores de prestigio como tenga próximos a su domicilio, acudir a alguna exposición canina para observar a los perros, también siempre será de gran ayuda el veterinario de su confianza, y finalmente... comprarse un "Bullmastiff". Seguro que acertará la elección de haber adquirido al "Caballero de los perros".