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La semana pasada, hasta una divisa tan fuerte como es el euro sucumbió al poder del dólar que sube su valor cada día más. Por primera vez, en veinte años, el cambio entre el dólar y el euro llegó a la paridad.
Varios países latinoamericanos tienen subidas históricas del dólar. Con esto, aumenta la inflación y los consumidores son los más afectados pues el costo de vida sube, y los salarios se mantienen.
Muchas personas, incluso, desde el inicio de la pandemia comenzaron a cuestionarse sobre cómo rentabilizar mejor el dinero que ganan y ahorran. Es decir, sobre cómo comprar acciones y crecer como trader.
La sobrevaloración del dólar y su efecto en las monedas latinoamericanas
Actualmente, la sobrevaloración o apreciación del dólar en todo el mundo se debe en gran razón a la subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos. Para controlar la inflación, desde marzo, este organismo ha subido agresivamente las tasas de interés. Así, en junio anunció el mayor aumento en casi treinta años.
Debido a la incertidumbre global que está provocando la guerra en Ucrania, los inversionistas ven al dólar como la moneda más segura. Otra vez, el billete verde se consolida como un activo refugio de excelencia.
En este escenario, algunas monedas latinoamericanas también se han sobre valorizado. Es el caso, por ejemplo, del peso uruguayo, el real brasileño, y el peso peruano. Sin embargo, hay otras que se han depreciado; el peso mexicano, el peso colombiano, el peso chileno y el peso argentino, son una clara muestra de ello.
Esto sucede porque son, en general, países importadores netos, es decir, dependen fuertemente de las compras del exterior. A través de la compra de alimentos o materias primas, son los países que requieren más dólares para comprar y, por lo tanto, su moneda pierde valor frente la divisa verde.

Otra razón por las que se deprecian las monedas son los cambios de dirección gubernamental y las fuertes crisis de corrupción político-económicas.
Análisis en amplia perspectiva
Si bien es cierto que, de manera global, se está atravesando por fuertes crisis, primero la pandemia, ahora el conflicto bélico, y más recientemente la crisis energética, reconocer también resulta innegable que estamos perdiendo perspectiva de análisis al concentrarnos tan solo en lo que hoy sucede sin evaluar lo que ha sucedido antes.
Un fresco ejemplo de esto es lo que ha sucedido con el bitcoin trading. El mercado de las criptomonedas o monedas virtuales viene funcionando hace solo doce años. Atravesó una de sus máximas caídas durante el mes de junio, pero esto había sucedido de forma no tan profunda durante el 2018.
En este sentido es clave comprender los ciclos de la economía, y puntualmente la diferencia que hay cuando se habla de «mercado a la baja» (bear market) y cuando se habla de «corrección de mercado».
En términos de ciclo, tal como señala este enlace, “el bear market dura al menos dos meses, con caídas del 20%, por lo que todo movimiento inferior a esos datos dentro de una tendencia alcista será una corrección del precio”.
El conocimiento de los ciclos en la economía es tan importante como para un agricultor saber qué sembrar y cosechar en cada estación del año. No hay necesidad de tomar posiciones extremas, ni de actuar de forma despreocupada, ni creer que todo se derrumbó.
Superando las alertas de recesión económica, sea en el ciclo que se encuentre la economía de cada mercado, las pérdidas son inherentes dentro del mundo de las inversiones. La clave está en saber cuánto una persona está dispuesta a invertir sin ver afectados los gastos de su vida diaria.