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Raúl Rodríguez García, director de Inspección y Verificación Municipal, dijo que aumentó el trabajo debido a las posadas, con la brigada antirruido, y se han incrementado las quejas, sobre todo por las fiestas que terminan "muy temprano", entre las 7 a 8 de la mañana.
"Estamos llegando a ellas y estamos hablando con la gente para que, de alguna u otra forma, sean considerados y que le bajen al volumen, porque hay gente que sí trabaja al otro día", comentó.
Señaló que por semana se reciben entre 250 a 300 reportes y se estima que en el mes se acumulen mil quejas.
En términos de los vecinos ruidosos, el funcionario explicó que primero se realiza una advertencia y, de haber una reincidencia, se levanta un acta, que implica una multa de dos mil pesos. En caso de que nuevamente exista una reincidencia, se puede ir incrementando la sanción económica.
Indicó que se han levantado cerca de 25 actas en la brigada antirruido, aunque aseguró que se busca no llegar a la sanción sino que la gente haga conciencia desde la amonestación verbal inicial, en relación al respeto que debe prevalecer con sus propios vecinos y sus horarios de descanso.
Refirió que solamente se ha clausurado, en lo que va del presente mes, a una quinta por no contar con permiso de alcoholes, además de que detectaron cables expuestos y los extintores estaban vencidos desde el 2019, es decir, hace tres años que ya no funcionaban.