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¿Qué busca Norcorea al lanzar misil sobre Japón?

MAURICIO MESCHOULAM

La situación en la península coreana permanece irresuelta y en deterioro. Las más de 20 pruebas con misiles que ha lanzado Pyongyang este año son una especie de intento por recordarlo. Lo que pasa es que, habiendo tantos otros temas candentes en el mundo, pareciera que la cuestión norcoreana no está, por ahora, en la agenda de prioridades.

De manera que el lanzamiento de un misil balístico de mediano alcance sobrevolando Japón es, para Kim Jong-un, una forma de elevar la temperatura de las tensiones ante el fracaso de sus intentos previos por atraer la atención. Y, debido a la distancia recorrida por este misil y al pánico que logra provocar entre la sociedad japonesa, lo consigue. Otras maneras de elevar las tensiones podrían incluir nuevos ensayos con misiles balísticos intercontinentales y una nueva prueba nuclear, cosa que no sucede desde 2017. ¿Qué es lo que mueve esta serie de pasos y qué es lo que permanece sin resolverse? Van unos apuntes al respecto.

Corea del Norte es un país que se percibe bajo constante amenaza de desaparecer. La lógica primaria que mueve las acciones del régimen tiene que ver con garantizar su propia supervivencia y asegurar el pleno control del país. Desde su óptica, la capacidad nuclear le otorga la herramienta disuasiva necesaria para impedir el ser atacada y para conseguir un trato distinto de enemigos y aliados.

El fracaso del diálogo en 2019. Lo que aparentemente ocurrió en la mesa de negociaciones con Washington es que Kim quiso cobrar más caro de lo que Donald Trump estaba dispuesto a pagar por el desmantelamiento de su central nuclear en Yongbyon.

El recrudecimiento de la línea dura de Kim. Apenas el 11 de enero de 2020, mientras Washington absorbía el shock del asalto al Capitolio, paralelamente tenía lugar el congreso del Partido de los Trabajadores de Corea, en el que Pyongyang adoptaba una línea dura: Kim recordaba al mundo que Estados Unidos es su mayor enemigo.

A medida que la confrontación entre EU y Rusia se ha venido incrementando por la invasión a Ucrania, el tema norcoreano se inserta justamente ahí. Rusia siempre ha mostrado una relativa proximidad con Pyongyang, pero ahora mismo esa cercanía se exhibe con mayor fuerza.

El factor China, la mayor aliada y sostén de Pyongyang. De un lado Beijing se encuentra verdaderamente preocupada por la situación en la península. China no desea ver a Corea del Norte con un proyecto nuclear y de misiles en pleno progreso, no solo por las amenazas que ello representa para la propia China y la región, sino porque ello atrae a Washington a la zona y produce riesgos de escalamientos militares que afectan los intereses de Beijing. Por otro lado, sin embargo, China necesita la supervivencia del régimen en Pyongyang. La política resultante es un intento continuo por equilibrar esos factores. Para China y Rusia, Kim actúa como actúa debido a que se siente bajo amenaza perpetua, y, por tanto, sería indispensable lograr transformar esa percepción. Desde la óptica de Moscú y Beijing, Trump hizo todo lo contrario; de ahí la velocidad con la que Pyongyang se sentía forzada a mostrar adelantos en su capacidad nuclear.

El misil que Pyongyang lanza sobre Japón el martes, es tan solo la continuación de esa historia. Un paso adicional en la escalera de las tensiones. Probablemente vendrán otros. Este es uno más de los pendientes que nos recuerda que los problemas no se resuelven solos. Cuando ese tipo de temas son abandonados a su suerte, retornan y normalmente lo hacen con fuerza.

Twitter: @maurimm

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Escrito en: Editorial Mauricio Meschoulam editoriales

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