En las relaciones es necesario sentar bases firmes donde la comunicación y la empatía son fundamentales. (ARCHIVO)
El término ‘responsabilidad afectiva’ ha tomado fuerza en los últimos tiempos, pues se trata de que cada persona se haga responsable de los actos que tenga para con sus semejantes. La psicóloga Irma Núñez explica que por naturaleza, el ser humano es sociable “y comenzamos a socializar desde que nacemos, primero con la familia, luego en la escuela con los amigos y con una pareja”.
“Debemos tener en cuenta que todos nuestros actos y conductas tienen el potencial de perjudicar al otro y hay veces que actuamos sin conciencia, haciendo sentir mal a alguien, provocándole enojo o tristeza y para evitarlo, cada uno debe poner atención en su propio comportamiento y ser empáticos, lograr ponerte en los zapatos de los demás y pensar en cómo te sentirías si estuvieras en el lugar de la otra persona, con las actitudes que estás tomando”.
Otro de los temas que ha repuntado es el del amor propio y el empoderamiento personal. Sin embargo, se debe tener muy presente que la franqueza sin empatía, no es otra cosa más que crueldad, es por eso que siempre se debe tener en cuenta el modo en el que haces sentir a las personas con tus palabras o actitudes.
“Claro que debes sentirte bien, todos tenemos fantasmas que se originan según cada crianza y que hay que trabajar, porque de no hacerlo, puede haber repercusiones negativas en la vida adulta. Tienes que conocerte, aceptarte y buscar tu mejoría como persona para poder tener relaciones sanas con los demás, buscar el bienestar propio para estar bien con tu vida en general”.
EL MIEDO A HERIR SUSCEPTIBILIDADES
Muchas personas evitan la responsabilidad afectiva por el miedo que provoca hacer sentir mal a alguien y a decir de la Psicóloga Núñez, esta presión es un constructo social. “La sociedad nos ha enseñado a sentir culpa por decir lo que sentimos, el clásico ‘no le digas porque se va a sentir mal’, por lo que se ha normalizado el seguir mintiendo o vivir verdades a medias, pero al final, cuando todo se junta y explota, el sufrimiento es mayor”.
“Hemos aprendido a hacerlo desde pequeños, pero es necesario dejar de hacerlo. Sí debes de ser sincero contigo y con la otra persona, pero siempre sabiendo cómo hacerlo”.
“No hay que confundir, está bien ser sincero, pero también es importante ser prudente y empático.
Siempre es bueno decir la verdad, el truco está en saber cómo, dónde y cuándo hacerlo. El término responsabilidad afectiva nació en el movimiento feminista buscando la igualdad en las relaciones, aunque no solo se aplica para las parejas, debe implementarse en todos los vínculos, tanto contigo mismo como con los demás”.