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El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha abandonado los planes para que el Reino Unido traslade su embajada israelí desde Tel Aviv a Jerusalén, una posibilidad que había comenzado a estudiar su predecesora, Liz Truss, indicó este jueves Downing Street.
La anterior jefa de Gobierno, que dimitió en octubre tras apenas seis semanas en el cargo, había ordenado que se evaluara ese traslado, en línea con la decisión que tomó en 2018 el expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
Durante su breve periodo como primera ministra, Truss llegó a abordar el asunto en los márgenes de la cumbre de la ONU en Nueva York con su homólogo israelí, Yair Lapid.
Solo Honduras, Guatemala y Kosovo han seguido los pasos de Estados Unidos, que no ha dado marcha atrás al cambio de ubicación de su embajada israelí tras la llegada a la Casa Blanca de Joe Biden.
Cuestionado por la postura de Sunak en ese terreno, un portavoz de Downing Street, su despacho oficial, afirmó hoy que la cuestión "se ha estudiado" y "no hay planes de trasladar la embajada británica en Israel de Tel Aviv" a Jerusalén.
En agosto, durante la campaña de las primarias del Partido Conservador, el ahora primer ministro se había mostrado favorable a reconocer como capital de Israel a Jerusalén, cuyo estatus es uno de los asuntos más controvertidos que han encendido el conflicto con Palestina durante décadas.
Jerusalén es "la indiscutible capital histórica (de Israel). Claramente, hay argumentos muy sólidos para que sea reconocida", dijo entonces Sunak.
El embajador palestino en el Reino Unido, Husam Zomlot, dio hoy la bienvenida a la "clarificación" de Downing Street.
"Queremos expresar agradecimiento al Gobierno británico, los partidos de la oposición, líderes religiosos, activistas y ciudadanos cuyos esfuerzos han contribuido a que el Reino Unido se mantenga alineado con la legalidad internacional en esta cuestión", afirmó Zomlot en un comunicado.
