En 1995 en la Conferencia General de la UNESCO, en París, se decidió que el 23 de abril se convertiría en fiesta mundial como el Día Internacional del Libro para fomentar entre todos los públicos la lectura. Ese día no coincide con la muerte de Williams Shakespeare y Miguel de Cervantes… pero así se dijo. De hecho, el que murió en verdad ese día fue Garcilaso de la Vega. El 23 de abril coincide con la fiesta dedicada a los autores y sus derechos. (No recordaba estas precisiones el martes pasado cuando decidí hablar del tema en la intervención que tengo una vez por semana en el canal de YouTube al que están ustedes invitados todos los miércoles).
En lo personal no recuerdo los libros que ocasionalmente leo en los medios electrónicos. Pero hay libros que leí de niña, de joven e incluso últimamente que parecen plasmarse en mi mente y que me abren literalmente, aunque suene exagerado las puertas del infinito. En otros tiempos desde luego leía novelas y aún lo hago, pero... En cambio, hoy leo y releo con verdadera fruición determinados libros que están en mi buró y que apenas tuve tiempo en otro momento para hojearlos. Por ejemplo, como todo el mundo, siempre oí hablar de Platón (387-a.c 427 d.c.), pero hoy lo leo y releo. Como sabrán sin duda transfirió sus pensamientos y los de su maestro Sócrates, en forma de fascinantes conversaciones. El Gran pensador Sócrates (470 a.c. 399 a.c) que NO escribió… ah, pero como enseñó a los atenienses que lo sentenciaron a muerte, a beber la cicuta por "no reconocer a los dioses atenienses y corromper a la juventud". Tenía 69 años al morir. Se tomó el veneno con toda sencillez - y al parecer según Platón hasta dijo "Yo sólo sé que no se nada" -
LEER, LEER, LEER
La verdad es que el libro es el único medio no solo que enseña y llena la mente, si no que te lleva adonde ni siquiera imaginas. Tiene la facultad de hacerte viajar a las épocas más remotas y de abrirte puertas mentales que nunca adivinarás.
Hoy para celebrar el Día del Libro escogí uno firmado por mí, pero escrito por muchos periodistas y escritores que presenciamos en 2010 el vergonzoso "homenaje" a la fecha que pretendió hacer el presidente espurio Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, para enaltecer su triste figura. "El Bicentenario" fue algo inconcebible que no se debe olvidar por haber sido un evento mundial.
Pero no solo fue México al que impulsó a desnacionalizarse y compartir sus riquezas si no que los que impulsarían al país para este tipo de sometimientos al extranjero que hemos visto a lo largo de los años neoliberales serían ciertas Universidades mexicanas y sobre todo estadounidenses como Yale en el caso del futuro presidente Zedillo. La gran Harvard en el caso de Carlos Salinas de Gortari. Hay un texto ya muy famoso que escribió en 1924 el secretario del presidente Woodrow Wilson, un tal Robert Lansing, que explica de esta manera lo que nos ha pasado:
"México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que esto llevaría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de Estados Unidos. México necesitará de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegaron a ocupar puestos importantes y eventualmente se adueñaron de la presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos. Y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros". (Lansing)
Por ello una de las cosas que más debemos apreciar en el actual gobierno es la recuperación, de la Justicia y de la Dignidad de nuestro país. Con facilidad el presidente actual ha maniobrado con los poderosos vecinos del norte, pero sin estar dispuesto a venderse como muchos de los presidentes anteriores lo hicieron, específicamente los dos nombrados, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. Ambos espurios.
Verá el lector en el nuevo libro que comportará la historia de todos los presidentes mexicanos de los últimos 36 años y se llamará "El Bicentenario" una serie de aberraciones cometidas precisamente por gobiernos mexicanos anteriores.
Pero hoy por hoy en 2022 tenemos la posibilidad de ser un país en verdad libre y respetado mundialmente.
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