Con sus setenta años al frente del Reino Unido, la reina Isabel II se convirtió en un símbolo de poder en el mundo pero también de estabilidad, unidad y alta diplomacia.
Quienes pasamos de los cincuenta años hemos vivido durante décadas al lado de la emperatriz inglesa y muy cerca de sus logros, vicisitudes y de los escándalos de la familia real.
Isabel llegó al trono de manera circunstancial, al nacer era la tercera en la línea de sucesión detrás de su tío Eduardo y su padre.
Sin embargo, en 1936 cuando Eduardo VIII abdica a la corona y su padre Jorge VI asume el poder, Isabel se convierte a la edad de diez años en la heredera del trono que asumirá el 6 de febrero de 1952 a los 25 años de edad.
Cumplió el pasado mes de febrero 70 años como reina, por mucho la más longeva en la historia de Inglaterra, y al morir el reciente 8 de septiembre, dejó finalmente la corona en manos de su hijo mayor el Rey Carlos III.
El llamado imperio británico es todavía el más poderoso en el mundo, al asumir el poder la reina Isabel fue nombrada soberana del Reino Unido que integran Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
Fue también la soberana de otros catorce estados independientes que forman parte de la Mancomunidad de Naciones, entre ellas Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica y Bahamas, entre otras.
A ello hay que añadir su liderazgo sobre los 54 países miembros del llamado Commonwealth y su título de gobernadora suprema de la Iglesia de Inglaterra (Anglicana).
Isabel II fue además una digna representante del Reino Unido ante el mundo, sus viajes constantes para visitar distintos países de los cinco continentes eran seguidos de cerca por los medios internacionales.
Fue factor de unidad en los momentos difíciles de su país como en la Segunda Guerra Mundial, en la Guerra del Golfo Pérsico y en las crisis políticas que con frecuencia se presentan en Inglaterra.
La Reina trató a quince primeros ministros británicos a lo largo de setenta años, algunos icónicos como Winston Churchill, Margaret Tatcher, Tony Blair y David Cameron.
Dos días antes de morir, la monarca británica designó formalmente a Liz Truss como nueva primera ministra en ceremonia celebrada en el Castillo del Balmoral donde falleció Isabel II.
Mantuvo una relación de respeto y cordialidad con todos los primeros ministros, varios de ellos llegaron a reconocer su inteligencia y don de mando. Churchill declaró en los primeros días de su reinado que "era sólo una niña", pero tiempo después aceptó que no había mejor mujer para el puesto que Isabel II.
Vivió tiempos muy difíciles en su reinado, en diversas ocasiones tuvo que renunciar a la rigidez del protocolo real y ajustarse a los nuevos tiempos, por ejemplo pagar impuestos como cualquier ciudadana y abrir el Palacio de Buckingham al público.
El otrora imperio británico tuvo sus descalabros en estos setenta años, entre 1956 y 2021 la mitad de sus países miembros, entre ellos Sudáfrica, Pakistán y Sri Lanka y Barbados, obtuvieron su independencia y se convirtieron en repúblicas.
La monarquía inglesa perdió fuerza y popularidad en los años noventa por los escándalos familiares y especialmente por el trato que se le dio a la princesa Diana tras su fallecimiento.
Por días prácticamente se ignoró el suceso hasta que la Reina recapacitó y organizó para Diana un funeral de acuerdo a su trayectoria y a la popularidad que gozaba no solo en Inglaterra sino en el mundo entero.
Isabel II calificó el año 1992 como horrible por las separaciones matrimoniales de sus hijos Carlos y Andrés, además del divorcio de su hija Ana y de un incendio que destruyó buena parte del castillo de Windsor.
Sin embargo, la reina Isabel supo llevar bien su matrimonio con el príncipe Felipe a lo largo de 74 años. Se casó en 1947 con el entonces príncipe de Grecia y Dinamarca con quien procreó a Carlos, Ana, Andrés y Eduardo.
Felipe fue nombrado duque de Edimburgo y a pesar de altibajos y algunos desencuentros estuvo al lado de Isabel hasta su muerte acaecida el 9 de abril del 2021. Su funeral se llevó a cabo con gran solemnidad y bajo la presencia afligida de la reina Isabel.
Vienen ahora tiempos cruciales para la corona inglesa y en general para el Reino Unido donde se viven tiempos de incertidumbre política y económica.
La llegada al reino de Carlos III no augura mejores momentos, el hijo mayor de Felipe e Isabel es reconocido por su débil carácter y por su poca habilidad para manejar los asuntos de la monarquía.
Por ello se ha dicho que la reina Isabel no quiso transferir el poder en vida a su hijo, prefirió morir antes de hacerlo rey. Debido a la edad de Carlos III (73 años) se especula que será un reinado de transición y que quizás antes de su muerte abdicará en favor de su hijo Guillermo, cuya seriedad y reconocimiento por parte de los ingleses es notoria.
También está en riesgo la relación de Carlos III con la primera ministra Liz Truss, hay grandes dudas sobre si el Rey manejará con respeto e inteligencia este rubro como hábilmente lo hizo su madre a lo largo de setenta años.
Sin lugar a dudas veremos muchas sorpresas y quizás nuevos escándalos alrededor de la corona británica en los próximos años, incluyendo quizás una pérdida de su poder y popularidad.
NOTICIA FINAL…
A decir verdad la Guardia Nacional está militarizada desde sus inicios y es evidente que no ha funcionado, el problema entonces es la estrategia de seguridad del presidente López Obrador que por su terquedad no ha querido modificar.
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