(GUADALUPE MIRANDA)
El obispo Héctor Luis Morales Sánchez de la ciudad de Nezahualcóyotl, Ciudad de México se unió a las despedida del obispo emérito de Torreón, José Guadalupe Galván Galindo, a quien quiso como un padre.
Recuerda que bastaron seis años de convivencia en Ciudad Valles, San Luis Potosí, para que marcara su vida para siempre.
Y es que luego de que don José Guadalupe fuera nombrado por san Juan Pablo II como quinto obispo de Ciudad Valles en el año de 1994, lo acompañó como sacerdote en los diferentes servicios.
Este lunes, monseñor ofreció una misa por el eterno descanso de don José Guadalupe en la parroquia de San José , a donde llegó especialmente para despedir a una de las personas que fueran pilares en su vida.
"Más que nada para venir y darle gracias a Dios por la oportunidad que nos dio de servir con él en ciudad valles, San Luis Potosí cuando inició su vida episcopal", recordó al término de la celebración eucarística.
Luego de convivir a diario durante seis años (1994-200), el obispo recuerda a monseñor como un hombre sencillo y cercano a las personas, así como una persona práctica como buen hombre del norte. "Eso mismo hacía que las personas se acercaran con confianza a él", comentó.
Aunque su nombramiento como obispo de Torreón, en el año 2000 los distanció, siempre hubo comunicación entre ellos aunque no de forma frecuente pero sí en los momentos más importantes.
"En la medida de lo posible (se tenía comunicación), cuando el señor me llamó al episcopado, nos encontrábamos en cada asamble, siempre teníamos un momento de la semana. A él le gustaba ir de tiempo en tiempo a la Huasteca siempre estuvo informado de lo que pasaba en nuestra Diócesis", comentó monseñor.
El obispo de Ciudad "Neza" compartió que don José Guadalupe siempre tuvo los consejos más acertados, "manifestándole algo muy personal, decía tranquilo, adelante".
Recordó que durante sus festejos de 25 años de don José Guadalupe como obispo, viajó a ciudad Valles, festejo al que acudieron varios sacerdotes amigos, como monseñor Héctor.
"Siempre entre nosotros (los sacerdotes) la broma era que él era mi padrino pero les decía 'no es, es mi papá', pues así lo consideramos", compartió.
Para monseñor, su partida fue aun más dolorosa debido a que un mes atrás, había perdido a su único hermano, "Apenas un mes y días perdí a mi hermano, mi único hermano cuando desperté y supe de la noticia, Señor en tan poco tiempo, eran los apoyos, pero hay que reaccionar porque nos toca estar al frente".