Además de dolor, de la apatía, y dejar para el último las cosas, en algunas personas, tenemos el "miedo", es lo más común que el paciente se presente con miedo, a la incertidumbre, a que le va a doler.
Muchas personas al llegar al consultorio presentan alteración en la presión arterial, sudoración, y muchos otros síntomas. El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado.
Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano.
El mecanismo que desata el miedo tanto en personas como en animales se encuentra en el cerebro, en el sistema límbico, que es el encargado de regular las emociones, como la lucha, la huida y la evitación del dolor, y en general de todas las funciones de conservación del individuo y de la especie.
Este sistema revisa de manera constante, incluso durante el sueño, toda la información que recibe a través de los sentidos y lo hace mediante la estructura llamada amígdala cerebral, que controla las emociones básicas, como el miedo y el afecto y se encarga de localizar la fuente del peligro.
Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia en la persona.
Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de la persona o de la organización social.
El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así como la coagulación sanguínea.
El sistema inmunitario se detiene ( al igual que toda función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina).
Tenemos también, pánico, fobias, traumas (la consolidación en la memoria de un episodio de miedo intenso) no es inmediata.
La máxima expresión del miedo es el terror. Retomando el tema, en el Consultorio Odontológico, esto lo vivimos a diario, es muy importante darle su espacio y atención al paciente.
Muchos por eso no acuden, y hay muy mala salud oral a nivel nacional, entre el tiempo que conlleva, el costo, dolor y miedo, no acuden a consulta.
Este tema del miedo es muy extenso, relativo a nuestro ser humano. Incluso este, el miedo, ocasiona muchos problemas durante la atención odontológica. Continuará.