La convocatoria fue de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Comunidad de la Vida Religiosa y los fieles al compromiso de la iglesia. (CORTESÍA)
…Y ahora en este lugar donde tal parece que impera el odio y el llanto de los que han sido víctimas de la violencia, y han perdido la esperanza, ya se terminaron las palabras ignoradas de protesta, ahora sólo queda la oración.
Así, con este pensamiento, el pasado miércoles en las afueras de la parroquia de Fátima en la colonia Santiago Ramírez, rodeado de varias decenas de personas, el padre Eduardo Anaya Sanromán, de la Sociedad de Jesús, empezaba a caminar participando así en la marcha por la paz.
En el andar de los tres o cuatro kilómetros de distancia hasta la plaza de La Mujer en la colonia Lázaro Cárdenas, donde se celebraría una misa, el Padre Eduardo dijo que ahora la iglesia católica decidió adoptar una participación más directa ante los problemas sociales.
CONVOCATORIA
La convocatoria fue de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Comunidad de la Vida Religiosa -javerianos, dominicos, agustinos, franciscanos, jesuitas-y los fieles al compromiso de la iglesia, en este caso gente de las colonias Hilario Esparza, Santiago Ramírez, Braulio Fernández Aguirre, Vicente Guerrero, Eduardo Guerra y otras del Sur de la ciudad.
"No podemos mantenernos indiferentes ante este delicado proceso de descomposición social que crece, el reporte oficial en la nación es de 100 muertes violentas en forma diaria, pero la especulación es mucho mayor, la impunidad que prevalece en el 98 por ciento de los delitos no representa otra cosa más que el paraíso para el crimen organizado", declara sin detener el paso.
El jesuita, párroco de San Judas Tadeo en la colonia Las Torres, reconoce que muchos representantes católicos -curas-, se han "aburguesado" y es una situación que debemos superar, considera. Muchos cayeron en el confort y no está bien, nuestra misión es aquí en estas partes donde la gente nos necesita, afirma, señalando las casas más cercanas al cerro desde la marcha por el bulevar Laguna Sur.
Menos de 400 personas caminaron por el bulevar, con vestimenta color blanco, como siempre, en su mayoría mujeres. No es la respuesta esperada, pero es el inicio de una serie de acciones en que se estará pidiendo por los curas, misioneros, religiosos que han sido asesinados, por las personas que arriesgan sus vidas en defensa de la paz, por los integrantes de los cárteles y en general los delincuentes, explicó el jesuita.
Luego del largo caminar, el grupo de personas llegó a la plaza de La Mujer en la calle Primera de Mayo y avenida Artículo 123 de la colonia Lázaro Cárdenas, donde los esperaban los sacerdotes Rafael de Jesús Solís, de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima y César Ramírez de la Asunción.
"Esta celebración es una súplica por la paz, por el crecimiento de la fe, de los valores cristianos, no es posible que unos 30 sacerdotes han sido asesinados en los últimos 10 años en México, aquí en este sector mataron a mis primos", se escuchó a uno de los religiosos.
INTENSA LABOR
Antes de iniciar la ceremonia religiosa, el padre Eduardo consideró que la mejor respuesta que puede tener este tipo de manifestaciones, debe venir desde el seno familiar, con la formación de niños y jóvenes, papás y maestros de escuelas, autoridades, para una aplicación de la justicia justa.
La iglesia tiene una intensa labor ante esta brutal descomposición social, sostiene el jesuita Eduardo, de la iglesia de San Judas Tadeo.
