En octubre se dio a conocer un caso de abuso y agresión contra un interno del penal de Ramos Arizpe.
En comparación del año 2021, el número de quejas presentadas contra el penal federal número 18 de Mesillas Ramos Arizpe ha incrementado, toda vez que en todo el año pasado se presentaron 169, mientras que de enero a octubre de este año ya suman 290.
De acuerdo al Sistema Nacional de Alerta de Violaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), las 290 quejas fueron presentadas contra el órgano administrativo desconcentrado de prevención y readaptación social de la Secretaría de Seguridad Publica en materia federal.
Lo anterior representó el 53.2 % de las quejas presentadas en Coahuila. Informó que de enero a octubre de este año se presentaron 545 quejas, lo cual ha superado las quejas presentadas el año pasado cuando en los doce meses fueron 483.
Las voces de violación, fueron por no prestar atención médica con 177, omisiones a derechos con 133, tratos crueles e inhumanos con 18, así como una más por privación de la vida.
Otras quejas fueron por falta de seguridad a los internos, impedir la comunicación con los internos, dilaciones en procedimientos, aislamiento por la condición de ser seropositivo o enfermo de VIH/SIDA, entre otras.
De la totalidad de las quejas 127 aún se encuentran en trámite de resolver.
Fue en el mes de octubre de este año que se dio a conocer un caso de abuso y de agresiones a un interno del penal, por lo que la familia tuvo que acudir con la CNDH.
Tras los hechos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación por violaciones a los derechos humanos contra el Centro Federal de Reinserción Social número 18, ubicado en Ramos Arizpe
De acuerdo con la CNDH en la queja interpuesta por la familia de interno, denunció que éste fue víctima de violencia sexual y golpes severos, luego de que los custodios le encontraron una imagen de la Virgen, situación que de acuerdo a los custodios está prohibida en el Cefereso.
Tras ser sometido a una serie de análisis psicológicos, se acreditó que tenía estrés postraumático y había desarrollado ansiedad a raíz de los hechos.
Por lo anterior, la Comisión acreditó que los elementos cometieron violaciones a los derechos humanos atentando contra el trato digno, la legalidad y la seguridad personal.
