Así es como se encuentran actualmente algunas de las calles de la colonia El Campestre y Las Rosas de Gómez Palacio. Aún no hay fecha para concluir la labor que se realiza en ellas.
Concluyó enero y las obras que se llevan a cabo en las colonias Las Rosas y El Campestre continúan. Los vecinos exigen que terminen a la brevedad debido las molestias que ha generado, así como las complicaciones a la salud que aseguran han comenzado a manifestar.
A finales de diciembre de 2021, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado (Secope), reconoció un retraso en la obra de reposición de la red de drenaje debido a las malas condiciones de las tuberías, situación que impidió aplicar la técnica del "cracking" con la que se buscaría generar las menores afectaciones, motivo por lo que en la mayoría de las calles se vieron obligados a realizarlas a cielo abierto.
En aquella ocasión se dijo que los trabajos se concluirían a finales de enero, lo cual no solo no sucedió, sino que se alargó más y más calles se mantienen en reparación.
"Desviación. Estamos trabajando…", es la leyenda de los señalamientos que se encuentran en varios cruces de dichas colonias, donde las calles se encuentran o parchadas, con caliche o abiertas completamente desde las alcantarillas.
La calle Puebla es una de las más afectadas. Desde su cruce con la calle Hidalgo hasta la Guanajuato, se encuentran las "huellas" de los trabajos que para los vecinos se volvieron "interminables".
Zanjas, hoyancos y tierra suelta es la imagen que regala todos los días dicha vialidad a los vecinos.
La misma situación se puede encontrar en la calle Veracruz y avenida Victoria, en donde la tierra suelta se llega a colar hasta el interior de los domicilios con el pasar de los automóviles.
Ante tal situación, los vecinos han comenzado a manifestar problemas de alergias, sobre todo los menores que habitan en ambos sectores habitacionales.
Si bien reconocieron que las condiciones de las redes de drenaje no eran las mejores, rechazaron el tiempo que ha demorado la obra. "Ya son más de ocho meses los que hemos sufrido", dijo una de las vecinas del sector, quien solicitó el anonimato.
Los inconformes están dispuestos a tomar medidas de presión para exigir a la Secope dé celeridad a los trabajos, que mantienen a ambos sectores como "zona de guerra".
