Hace mil años un grupo de mujeres inventó un lenguaje único en el mundo al que llamaron nushu. Lo usaban como protección frente a la barbarie de la sociedad tradicional china que reprimía a toda mujer.
Para los hombres chinos los pies pequeños constituyen un parámetro de belleza, por lo que es usual que muchas mujeres sean aún sometidas a dolorosos vendajes para que sus pies se mantengan sin crecer. También hasta hoy se practica el infanticidio selectivo para cuidar la proporción demográfica.
El nushu no sólo es un lenguaje fantástico, sino una caligrafía secreta, una escritura críptica con más de dos mil signos. Es una construcción abstracta de gran complejidad.
¿Pero, cuál es el principal valor de este tesoro que sobrevivió diez siglos? Las mujeres que crearon el nushu para comunicarse eran totalmente analfabetas.
Las personas necesitan comunicarse a pesar de los muros y lo hacen inexorablemente.
En las empresas restrictivas florecen los “nushu” cuando los ámbitos no son propicios.
Conocí una fábrica con un alto índice de síntomas:
• Accidentes.• Ausentismo.• Paradas de máquinas por roturas.• Horas perdidas por problemas gremiales.
Al ingresar tuve una sensación muy extraña: rejas, paredes despintadas, rostros poco amigables. Me pareció más una prisión que un lugar de producción.
Otro hecho pequeño que me impresionó es que para evitar que los operarios estuvieran mucho tiempo en el baño, debían avisar a un supervisor y éste a un guardia que los acompañaba.
¿Es posible construir una relación de confianza allí?
En muchas empresas el liderazgo se parece al patronazgo. La tensión, desconfianza, reproches recíprocos contribuyen a crear un contexto colmado de nushus.
En los albores de conflictos societarios que preceden una separación, también se generan los nushus. Las personas se protegen de la agresióny crean sus propios códigos para preservarse.
Es sencillo medir un ámbito que teje sus propios canales de comunicación críptica. Cuando se proponen los canales formales: Una reunión, un buzón, una encuesta, las personas actúan con obediencia debida y dicen lo que se espera escuchar. También es usual el silencio.
Los líderes autocráticos se regodean con sus propios monólogos y utilizan la queja ante sus colaboradores argumentando que jamás reciben ideas o propuestas.
El diálogo se construye, se alimenta. Es un camino de doble vía. Aún en la discrepancia, cuando los vínculos son sólidos y están basados en la confianza, los grupos pueden resolver situaciones y problemas.
¿Quiénes son los principales responsables de proponer las reglas? Los líderes.
El liderazgo facilita la comunicación nutritiva. Cuando las personas no temen decir lo que piensan actúan en forma creativa. Y cuando muchas personas pueden expresar lo que sienten, son contenidas y estimuladas, ese microclima fantástico mejora cualquier realidad. Es la única estrategia que atraviesa todos los contextos.
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