Empiezo así el artículo de hoy porque por experiencia he visto que es frecuente confundir el egoísmo con pensar en uno mismo. Por ejemplo, muchas personas se preguntan si es prudente que a fecha de hoy piensen en una reinvención o reorientación profesional o vital. Algunas se sienten culpables o simplemente, por influencia externa deciden que no es el momento. Y en realidad nunca llega el buen momento. En este punto me gustaría aclarar dos cosas:
1. Si estás en modo supervivencia (estado de alarma, cortisol elevado o mucho estrés) durante mucho tiempo permitirás que sean los demás o las circunstancias las que controlen tu vida, no tú.
2. Si nuestro estado de ánimo no es el correcto, nos sentimos tristes y abatidos, y probablemente toda acción que emprendamos no tendrá los resultados que esperamos. Por tanto, primero, ocúpate de ti. Cuando tú estás bien todo a tu alrededor fluye, puedes aportar y brillar. No es egoísmo, al contrario es valentía de afrontar y querer conducir tu vida como tú sientes que debes hacerlo, y no como los demás te empujan a hacerlo.
¿CÓMO MEJORAR EL ESTADO DE ÁNIMO PARA CONDUCIR MI VIDA?
A parte de comer bien, de cuidarnos, hacer ejercicio...y todo lo que ya sabes, ahí van algunos consejos extra!
LA ZONA LOCA
¡Me encanta este concepto desde que lo escuché por primera vez! ¿Qué es la zona loca? Pues lo que la propia palabra indica ¡zona loca! Bailar, reír, disfrutar haciendo lo que más te gusta! Debes permitírtelo. Así que enloquece sanamente de vez en cuando. Y busca recursos alternativos a tus limitaciones para enloquecer, si las tienes. Es decir, si me he roto una pierna no podré ir a bailar o correr, pero quizá puedo hacer una maratón de Netflix, o invitar a casa a unos amigos y tomar unos vinos. O quizá puedo ponerme mi playlist energética y dejar volar mi imaginación. ¡Hay miles de recursos! Pero debes encontrar los tuyos…¿una ayuda? Piensa en aquellas veces en las que te sentiste más vivo. ¿Cómo estabas?, ¿qué hacías?, ¿con quién estabas? ¿qué te aportaba ese momento?, ¿qué te hacia verlo todo de color de rosa? Ojo y no te lances a pensar solo en las circunstancias externas…sino en qué necesitarías tú ahora con los recursos que tienes para volver a sentirte así… ¿no será lo mismo?, ¿o quizá será otra cosa? ¡Prueba! No pierdes nada…y quizá descubras una forma diferente de disfrutar.
Ríete, de ti mismo y de los demás. De las preocupaciones y de los problemas que solo necesitan una solución. Recuerda, el 90% de nuestras preocupaciones están basadas en situaciones que todavía no se han dado, o lo que es lo mismo, que son irreales. Por ejemplo, acabas de romper con tu pareja y tienes la sensación de que tu vida se derrumba…no es la pérdida de esa persona la que te derrumba si no es la visión de la vida con esa persona la que te está haciendo daño...pero hay 8.000 millones de personas en el mundo, ¿cómo no va ha haber alguien para ti? Ese reencuadre (ver las cosas desde otro ángulo), hace que tu estado de ánimo cambie. Ves posibilidades donde antes veías un agujero negro. Ahora, has elevado tu vibración y tu bioquímica ha cambiado para tu bien.
Por tanto, trátate mejor, disfruta el proceso, y controla lo que piensas, lo que piensas lo decretas hablando y lo que es peor, generas emociones que te alteran y elevan tus niveles de cortisol y bajan la dopamina. Rechaza contundentemente estos pensamientos. Cuando vengan a la cabeza simplemente, recházalos y decreta en positivo.
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