Una vieja historia que me contaron, me produjo un intenso impacto en el comienzo de mi aprendizaje laboral. Ocurrida en la época de la fiebre del oro, en la que muchos aventureros regresaban exhaustos y colmados de riqueza…
Un hombre gris trabajó durante años en la caja de un banco. Allí acudían los mineros a depositar su riqueza. Los veía pasar y pensaba en su triste destino. Le dio vueltas a una idea loca durante meses. Dejar la tranquilidad de esa prisión y ser un aventurero más, en busca del oro. Obviamente su esposa puso el grito en el cielo. ¡Cómo podían ocurrírsele semejantes ideas!
El insistió, una y otra vez, hasta que perforó la resistencia de su compañera.
Renunció al banco y con un poco de dinero ahorrado, compró los planos de una mina y unas herramientas.
Durante los primeros días fue un hombre feliz, las manos se le endurecían por el trabajo, el día transcurría con intensidad, aunque no tenía resultados.
Luego de un mes, su esposa comenzó a preocuparse. El oro no aparecía y los ahorros se habían esfumado. La ansiedad ocupó el centro de la escena cotidiana.La temida pregunta: ¿Y? Se transformó en una tortura.
Buscó el consejo de un amigo. Le recomendó comprar más herramientas y contratar trabajadores. Como no tenía recursos, hipotecó su casa.
Trabajó muy duro un mes, otro mes. Nada.
Su matrimonio se derrumbó cuando venció la hipoteca y el banco le remató la casa. Estaba quebrado.
Los trabajadores lo abandonaron a su suerte y debió vender la mina a un precio irrisorio. El nuevo dueño lo contrató para que continuaran las excavaciones, en el lugar donde las habían dejado.
El día en que reanudó los trabajos fue un día triste. Lo había perdido todo.
Ocurrió un hecho insólito, cuando los picos y las palas retomaron las excavaciones, a un metro, a tan solo un metro de donde las habían abandonado, encontraron una veta de oro increíble. Había quebrado a un metro de la fortuna.
La historia me sirvió muchas veces, sobre todo en momentos de desánimo, al pensar en abandonar un proyecto o desistir por ausencia de resultados.
Un metro más. Seguir cavando un metro más cuando la mayoría ha desistido. Ese es el destino de los que encuentran su veta. Las travesías, las aventuras, las historias están llenas de ejemplos en los que la persistencia y el coraje hacen la diferencia.
Te invitamos a seguir nuestras redes sociales en Facebook como vibremospositivo, en Instagram como @jorge_lpz, @vibremos_positivo2020 y @claudiopenso, escríbenos a jorge@squadracr.com
También nos encontramos nominados en el certamen internacional Marcas que enamoran en España, apoyanos votando por nosotros en https://marcasqueenamoran.es/votacion-publica, en la categoría de Integración e inclusión social, venga #vibremospositivo