¿Empieza el tercer trimestre del año y aún no tiene el resultado que le gustaría, y ya empezaron los cobros y cambios de agenda para controlar paso a paso a su equipo? Tenga cuidado de adoptar la estrategia correcta.
Cuando las cosas se ponen tensas y la presión está presente, la tendencia de muchos líderes es introducir la temida microgestión y generalizar el estilo de dirección, pero esta estrategia puede arruinar aún más sus resultados, porque junto a ella viene la falta de autonomía, el exceso de control y muchas tareas para que siga y puede convertirse en un cuello de botella y rehén de su propia decisión.
La microgestión es bienvenida e incluso necesaria para profesionales con poca madurez profesional, estos casos requieren control de tareas, puntos de control diarios y/o semanales, acuerdos detallados de resultados, límites bien establecidos e incluso una pequeña dosis de autoridad.
La "X" de la pregunta es aplicarla a los profesionales que se beneficiarán de ella. He separado 4 situaciones principales en las que podemos notar una baja madurez profesional:
1. Cuando el profesional es nuevo, tiene poca experiencia y vivencia del día a día en la empresa o en el puesto.
2. Cuando el profesional muestra poca disposición e iniciativa para realizar la tarea.
3. Cuando el equipo presenta problemas de relación y la interacción, o la falta de ella, interfiere en la ejecución y entrega de los resultados acordados.
4. Cuando la obra tenga requisitos específicos de entrega no negociables.
En general, se recomienda cuando el profesional o equipo tiene bajo conocimiento técnico y disposición para entregar el trabajo, y la evaluación debe considerar la madurez profesional y no solo la antigüedad del profesional.
También es importante recalcar que la microgestión debe aplicarse para ampliar conocimientos y fomentar actitudes de relación e iniciativa, y no solo de control de equipos, de lo contrario, el profesional no evolucionará desde este punto.
A medida que el profesional evoluciona, su estrategia también debe evolucionar, esto hará que el sentido de reconocimiento y pertenencia se fortalezca en esta relación.
Recuerde que esta microgestión requerirá tiempo de su agenda, por lo que la planificación es fundamental para que no se convierta en el villano de su actuación. Para ser efectivas, las interacciones deben tener alcance, tiempo, tareas a ser entregadas considerando detalles sobre esta entrega.
Teniendo en cuenta que estas interacciones son diferentes a las interacciones propuestas por las metodologías ágiles, y pueden o no ser parte de la estrategia de gestión utilizada, y monitorear de cerca a su empleado o equipo, sin crear un clima de persecución, use la empatía, busque comprender que cada uno tiene diferentes formas de realizar una tarea, y alinear este "cómo", lo ayudará a obtener los resultados que necesita. Utilice el control de seguimiento y la proximidad para aumentar la confianza y la unidad.
El control sin empatía genera miedo y el miedo no conduce a resultados, el control con empatía y dirección genera propósito y confianza y eso llevará a su profesional a las condiciones necesarias para un buen desempeño.
Ahora que ya sabe cómo y a quién aplicar esta gestión más cercana y detallada, suelte ataduras innecesarias y disfrute de un chocolate caliente en la próxima reunión.
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