Me encuentro en el centro del universo, en este momento, contemplando a la distancia lo que pasa en la capital de un estado del centro de un país increíble; le llaman: El País del No Pasa Nada. Ahí, se celebra una edición más de conocido festival de metal y anexos (ya hasta ska le metieron para "dominguear"). Cuentan que las filas para ingresar al recinto han sido kilométricas, al menos en su primero día, pero pues hay que aguantar.
Por las redes y grupos de WhatsApp circularon imágenes diversas. Algunas burlándose, otras poniendo en duda la participación de grupos como Gwar. Dicen también que el viernes, había escenarios que aún no estaban armados. Contemplo, desde las alturas, a la sana distancia.
Me entretuve en otros menesteres y este año perdí el vuelo (al igual que la última vez); a la fecha, no me arrepiento. Espero la llegada de 2024, mientras escucho a mis grupos favoritos.
Me hubiera gustado asistir el primer día para presenciar las presentaciones de dos grupos noventeros alejados del metal: Candlebox y Soul Asylum. El primero me trae recuerdos de 1995 -96. Mi primera novia está sentada ahí, en la sala de mi casa (la antesala del infierno) y sostiene entre sus delicadas manos blancas el "librito" del primer álbum de Candlebox, su homónimo, adquirido a mitad de precio durante un diciembre, luego de peregrinar hacia el templo de los mortales. La tienda del centro del centro del universo tenía todo en descuento, justo antes de cerrar para siempre.
Laura Feroz, sorprendida porque por vez primera le permití tocar mi tocadiscos, puso sus huellas dactilares en aquel álbum que aún conservo y que, de vez en vez, suelo poner en el reproductor porque tiene algunas canciones que me gustan. El otro grupo, el segundo, pertenece a la misma camada de la década de los deprimidos. Con música simplona, de repente también logra transportarme. Me daba curiosidad, pues, saber en qué estado se encontraban los integrantes de aquella vieja agrupación de mi juventud.
Espero (y confío) que esos pequeños "detallitos" de organización que seguido presenta el tan aclamado evento por los mexicanos hayan podido corregirse a tiempo para que mis amigos metaleros disfrutaran de un gratificante fin de semana. Insisto, me hubiera gustado acompañarlos, tenía casi todo para poder hacerlo, pero primero está el deber.
Del resto de la jornada, tenía en mi agenda el encuentro con bandas de antaño y respeto como Unleashed, Hypocrisy y Benediction. Espero no hayan tenido problemas en la aduana. Seguiré esperando por Trivium y su Majestad, King Diamond. De la celebración de los 50 años de Judas Priest, tal vez Monterrey esté un poco más cerca… Vamos para allá, "cámara". Y Dios los bendiga con Ska-P y Panteón Rococó. A ellos, ni gratis en la Plaza Mayor.
Mientras, aquí en la Comarca, esperaré ansioso por el 8 de diciembre, para conmemorar un año más del fatídico día en que un loco se encargó de acabar con la vida de otro, pero más creativo.
En semana de homenajes, se abrirá una mesa de análisis sobre vida y obra de John Lennon con la participación de la poeta lagunera Mirna Soraya Salas Díaz, la pintora Alicia Serna, el profesor Javier Arturo Lazalde, el comunicólogo Diego Román Hernán y el experto en rock clásico José Legaspi Jiménez. Completará en la parte musical el maestro Javier Martinez Iracheta. El lugar será la biblioteca pública José García de Letona, a partir de las 5:00 p.m.
Para el domingo 11, en el marco del 34 aniversario de la UAL, Frecuencia UAL y su programa Pepperland invitan a disfrutar uno de los festivales musicales más icónicos de la región. De las 13:00 a las 19:00 horas, se llevará a cabo el BeatleFest 2022, con la presencia de grupos de diferentes ciudades: Sarmiento Jam, Revolver, The BlackBird, Grupo Imagina, The Wood Set y Nagual.
Bastará con llevar un producto no perecedero para ingresar al auditorio de la universidad. Es una lástima que no pueda acompañarnos la tienda especializada en memorabilia Beatle Sargento Pimienta desde la Ciudad de México; al ser un referente nacional, su participación era muy importante. Ya será en otra ocasión cuando los recibamos con los brazos abiertos.
De Mercyful Fate, Pantera y Judas Priest en la Sultana, el "mini H&H", cambió de sede de última hora. ¿Motivo? La poca venta de boletos, no veo otro.
¿Rockear en martes, a esta edad, con lo que se pudo rescatar del fest del centro? No es tan sencillo. Y luego dicen que se batalló con la venta de nuevos boletos. Por cierto, ¿ustedes ya compraron boleto para su fin de semana con Metallica? Esperemos y 2024 no se tarde en llegar.
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